Menú
Diana Molineaux

Ni vivo, ni muerto

Tal vez es casualidad pero el nuevo vídeo de Osama Ben Laden parece haber cortado la euforia de las bolsas norteamericanas que redujeron sus ganancias a la tercera parte minutos después de empezar a transmitirse las imágenes en la televisión Al Jazeera. Aquí en Estados Unidos apenas se ha reproducido, ante el temor de que lleve mensajes con instrucciones a terroristas en todo el mundo, pero representa una de las peores pesadillas en la búsqueda de Ben Laden, en que es imposible saber, no ya su paradero, sino si está vivo o muerto.

Como siempre, la prensa norteamericana ha descartado como pura propaganda sus exigencias para limitar los avances israelíes y se ha centrado en las especulaciones que el vídeo no resuelve, si efectivamente es del 11 de diciembre en el retraso de dos semanas pueden haber ocurrido muchas cosas, desde la operación de cirugía plástica, hasta el afeitado de la ortodoxa barba islámica, sin excluir una fuga a otro país, la permanencia de Ben Laden en las cavas de Tora Bora y hasta la muerte en uno de los bombardeos norteamericanos.

Es irónico que el vídeo aparezca el mismo día en que la prensa norteamericana recoge los informes de un diario pakistaní, según los cuales Ben Laden murió de una dolencia pulmonar y se le enterró con todas las honras fúnebres en Afganistán y cuando el Pentágono renuncia a enviar a los “marines” a Tora Bora porque no los considera necesarios.

Bush está muy lejos del objetivo “se busca vivo o muerto” anunciado poco después de los ataques terroristas del once de septiembre.

© www.libertaddigital.com 2001
Todos los derechos reservados

Titulares de Libertad Digital
Suscríbase ahora para recibir nuestros titulares cómodamente cada mañana en su correo electrónico. Le contamos lo que necesita saber para estar al día.

 &nbsp
!-->

En Opinión