Hay pocas páginas web que, a tenor de la importancia del asunto, y por tanto en términos relativos, ofrezcan el texto de la Constitución. Una de las primeras que aparece en los buscadores es la de la Facultad de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad de Extremadura. No deja de resultar curioso que un texto legal tan importante no surja en primer lugar en alguna web de la Administración Central del Estado, excepto en la de Presidencia del Gobierno. De suyo, de los diez primeros resultados, el de la web del Congreso de los Diputados aparece en quinto lugar, y el del Senado en el séptimo. Además, el servidor del Congreso se encontraba caído el sábado 15 de diciembre por la tarde, o sea, que si la búsqueda se hubiese realizado ese día, sólo tendríamos una institución estatal capaz de proveer el texto. El resto de las webs que muestran el texto constitucional son diputaciones y universidades (una de ellas, por supuesto, la de la Universidad de Murcia, que siempre está en todo).
El artículo 2 del texto explica que "La Constitución [...] reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas". Lo de la autonomía está más que claro. Lo de la solidaridad ya es otro asunto. Por ejemplo, en la web de la Generalitat de Cataluña no figura una versión de la Constitución. El buscador no me permitió averiguar si en alguna parte de los contenidos se encontraba el que buscaba. Infiero en consecuencia que o bien no lo habían incluido o que el buscador no era demasiado eficiente. Si se trata de lo primero, tengo una versión en catalán, que ofrezco desde este espacio a los responsables del mantenimiento de este sitio gubernamental. Si se trata de lo segundo, puedo recomendarles a un cuñado mío que es un informático muy manitas para estas cosas.
Es curioso que la Constitución no contemple al inglés como lengua oficial. Lo digo porque la página principal del Gobierno vasco está en este idioma. Dicha web constituye todo un ejemplo de buen diseño, funcionalidad y navegabilidad. Realizada en flash, su buscador es muy potente; no obstante, no devuelve ningún resultado que permita acceder al texto constitucional. Hago desde aquí el mismo ofrecimiento que a la Generalitat.
Las personas que siempre andan buscando tres pies al gato pensarán que las referidas carencias de contenidos son debidas a la filosofía separatista que inspira ambas iniciativas web. Pero no hay nada más lejos de la verdad: la web de la Comunidad de Madrid tampoco contiene la Constitución. Más aún, mientras que en el buscador interno de la web vasca hay múltiples referencias al concepto "constitución española" (si bien no figura el texto completo) en el caso de Madrid el asunto resulta absolutamente patético: el buscador asociado (utiliza Altavista) simplemente dice que no puede encontrar ninguna referencia bajo ese concepto. Bien es cierto que acaso los madrileños también sean separatistas, aunque, francamente, prefiero no indagar en este asunto.
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