La difusión del conocimiento de las religiones siempre se ha basado en un proceso comunicación (precisamente, la palabra evangelio significa "buena noticia"). Hasta la invención de la imprenta, los procesos de evangelización resultaban realmente lentos debido a la ausencia de canales eficaces ¿Significa eso que con Internet se pueden esperar mejores resultados? No parece demasiado probable que sea así. La Red está plagada de ruido informativo.
Los funcionarios de Hacienda del Gobierno australiano se han quedado pasmados al comprobar que un gran número de ciudadanos confesaban ser acólitos de la religión Jedi. El pasmo estaba más que justificado, puesto que la religión Jedi es nada menos la que practican los monjes guerreros de la saga cinematográfica de La Guerra de las Galaxias. Y no estamos hablando de disparates juveniles, porque el mero hecho de rellenar una declaración de impuestos implica que la persona es un sujeto activo de participación social.
En Internet hay cientos de páginas web que proponen nuevas religiones. Es más que posible que una mayoría de las propuestas obedezcan a razones de realización personal de nuevos gurús o simplemente, intentos directos de hacer negocio, pero algunas de las propuestas resultan chocantes. En concreto, la United Religions Initiative o URI (Iniciativa para las Religiones Unidas), fundada por William E. Swing, obispo de la Iglesia Episcopaliana, tiene el objetivo de crear una Asamblea Permanente que tendría la misma estatura y visibilidad que las Naciones Unidas, donde las religiones y comunidades espirituales del mundo podrían reunirse cada día. Esta organización se ve a sí misma como una especie de socio espiritual de la ONU. Pero la espiritualidad también precisa de organización administrativa: pueden imaginarse, en caso de que esta iniciativa prospere, el torrente de informes, comisiones, auditorías, reuniones, asambleas, comités, subcomités y consumo de papel y dinero que puede llegar a producirse. De momento ya ha surgido el primer problema: URI ha sido acusada... ¡de ser una herramienta de la globalización!
Tal como hemos dicho, muchas otras religiones compiten en Internet, desde la Iglesia de la Cienciología hasta la Gran Fraternidad Universal pasando por la religión Ramtha y la Religión y Ciencia del Gobierno, que me parece la más encantadora de todas.
Los seres humanos nos obsesionamos con la muerte desde que, a partir de ese desapacible momento que se inicia al final de la adolescencia, caemos en la cuenta de que no seremos el primer y único ser humano inmortal, sabia reflexión que manifiesta Tom Cruise en Vanilla Sky, película que, por cierto, plantea una religión más sorprendente y ciber que ninguna otra: la "criogenización activa". Por cierto, la web de esta película es una auténtica obra de arte y se carga con rapidez.
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