Alina Fernández ha viajado de nuevo a Europa para denunciar los crímenes de su padre. El viernes 4 de julio ofreció una rueda de prensa en la Fundación Hispano Cubana. Estuvo acompañada por Blanca González, madre del preso cubano Normando Hernando González, y por Larry Klayman, presidente de Judicial Watch, organización no gubernamental con sede en Estados Unidos que se dedica a perseguir los abusos que cometen los regímenes totalitarios.
Entre otras cosas, Fernández aseguró a Libertad Digital que “además de por la presión interior, las dictaduras sobreviven o caen por disfrutar o no de ayuda externa”. Sobre el Proyecto Varela nos dijo lo siguiente: “El exilio se siente excluido, no es que se sienta, es que el Proyecto le excluye. Prescindir del 20% de la nación cubana que vive fuera de su país es algo muy serio. Además, no existen precedentes en ninguna parte. Yo sé leer; en España lo primero que se hizo fue mandar a buscar a la Pasionaria. Creo que todos los cubanos tenemos el mismo derecho. ¿Por qué esta exclusión? No la entiendo. Lo cierto es que mucha gente sospecha, otra no le gusta y otra está intentando averiguar más; no obstante, José María Aznar le encontró un rostro a la disidencia y eso es de alguna manera positivo”.
La hija de Fidel Castro no sabe qué quiere decir Oswaldo Payá cuando asegura que hay que perdonar a “ambos bandos”. Para ella, “no hay perdón, ni reconciliación sin justicia”. Con el líder del Movimiento Cristiano de Liberación está de acuerdo “en la leyenda general que se crea y en que la disidencia tenga un rostro”; y aunque difiere en otros aspectos, ella está “fuera” y tiene que hablar con respeto de los que están “dentro”. Sin embargo, nos aseguró que “Payá está muy bien, pero los que me interesan a mí están presos, Biscet, Martha, Leyva, Chepe..., no sólo los últimos 79, a ellos hay que sumar 400 disidentes más encarcelados en Cuba. Son gente que está en la cárcel por no haber ofrecido nada a cambio de algo”.
Sobre el dinero que pueda tener su padre, nos remitió a la revista Forbes, según la cual, Castro posee al menos 1,4 billones de dólares. A este respecto, Alina recordó la presencia de tropas cubanas en Angola, “allí los soldados cubanos cobraron por hombre, el ejército de mi país fue vendido como mercenario”. Por último, nos dijo que aunque le resulta “muy difícil” por vivir entre sus víctimas, trata de llevar con elegancia lo de ser la hija de Fidel Castro, “hago lo que puedo e intento cumplir con lo que considero mi deber”.
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