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Petróleo por libertad

Cambiar el silencio y la complicidad de la democracia española con la deriva manifiestamente autoritaria que está produciendo en Venezuela el régimen cada vez más peligroso y sombrío del Coronel Chávez

Lo peor de este Gobierno no es su incompetencia, manifiesta en política exterior, ni su sectarismo, evidente en todos los ámbitos. Lo peor es su hipocresía. Lo peor es hacer una cosa y estar diciendo de forma simultanea justamente lo contrario. Armar a la revolución bolivariana y vender que se está haciendo un gran servicio a la paz. Vender armas y decir que se están facilitando instrumentos para la acción social. Firmar contratos petroleros a cambio de libertad para los venezolanos y afirmar que se está haciendo una gran contribución a la democracia en ese país.
 
En Venezuela hemos dado un salto de la corrupción individual a la corrupción de Estado. Mal estaba que insignes figuras del socialismo español hicieran pingües beneficios en sus negocios con los corruptos políticos socialistas del país caribeño. Pero lo de ahora es más grave. Lo de ahora es llanamente cambiar petróleo por libertad. Cambiar el silencio y la complicidad de la democracia española con la deriva manifiestamente autoritaria que está produciendo en Venezuela el régimen cada vez más peligroso y sombrío del Coronel Chávez.
 
La operación es tan sucia que hasta un inepto como Moratinos se ha asustado. Ha tenido que ser alguien con tan pocos escrúpulos políticos como Bono, un populista al que nada le gustaría más que importar la revolución bolivariana a España, el que se ponga al frente, de forma pretendidamente secreta, de esta vergonzante operación de cambiar armas y petróleo por la libertad del pueblo venezolano. Exteriores se ha tenido que limitar así, pese a su resistencia inicial, a lanzar botes de humo para ocultar el verdadero sentido de la transacción. Humo y artificio ha sido la cumbre del proto dictador de Caracas, el risueño mandatario español, el izquierdista Lula y el líder colombiano Álvaro Uribe. Humo y artificio para disimular el más triste y sucio negocio que Zapatero ha ejecutado desde que llegó a La Moncloa.
 
Las armas españolas y el petróleo venezolano han conseguido así fortalecer el eje caribeño que hoy forman España, Venezuela y Cuba. José Luis Rodríguez Zapatero, Hugo Chávez y Fidel Castro como el trío destinado a cambiar el rumbo del Mundo. El trío que culminará la Alianza de las Civilizaciones, acabará con la pobreza en el Universo y expandirá la democracia más allá de la Vía Láctea. El trío que unido vencerá al verdadero imperio del mal que hoy representa Estados Unidos, liderado por el mayor genocida que ha conocido la Historia, George W. Bush.
 
Todo esto no sería más que una broma pesada, sino fuera porque cientos de demócratas cubanos se pudren en las cárceles de la dictadura con la complicidad cada vez más evidente del Gobierno español y porque millones de venezolanos estén hoy amenazados por la deriva autoritaria de un régimen al que no solo damos cobertura política sino al que damos los medios para agredir a sus vecinos.

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