Dos estrellas coincidieron en la noche del lunes en la televisión: El Presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, en TVE y Javier Sardá en Telecinco el día en el que anunciaba su retirada temporal dentro de 50 programas, o sea, un montón todavía como para irse contento. El público de ambos estaba entregado. En los “59 segundos” de TVE se aplaudían las iniciativas del Gobierno más que la exigua crítica, y en Telecinco los “marcianos” gritaban “¡No te vayas¡” a un Javier Sardá satisfecho.
El Presidente se sometió a las preguntas de cuatro periodistas: Pedro J. Ramírez, director de El Mundo, Vicente Jiménez de El País, Consuelo Álvarez de Toledo y una representante de “El Periódico" de Cataluña, para hacer balance de su primer año de gobierno. Zapatero, trasnochador pese a sus costumbres, estaba enérgico, pero el repaso a los principales temas: emigración, vivienda, política exterior, economía, terrorismo, dependencia de Cataluña, matrimonios gay etc, se salvaron con el discurso esperado. Definitivamente, el formato del programa no es la solución para la falta de debates en la televisión pública. En el último tramo del programa se añadieron las declaraciones de representantes de los grupos parlamentarios, con opiniones en general positivas, y a la mesa del plató se sumaron Trinidad Jiménez y una representante del Partido Popular. Entretanto, Sardá seguía con su festival de monstruos.
Si tuviéramos que apostar por quién tuvo mayor audiencia, yo diría que Javier Sardá, gracias al efecto de una retirada, que no lo es tanto, a tenor de lo anunciado a bombo y platillo por los grandes jefes de Telecinco, que confían en que este zorro viejo siga en la cadena hasta que cumpla el contrato firmado hasta 2007. Hay que señalar que la productora, Gestmusic, que ha perdido a Mainat, el gran impulsor de “Crónicas marcianas”, sigue ligada a Telecinco. Tienen que hacer “Operación Triunfo” este año para la cadena privada tras la ruptura con TVE, con la que no han tenido una buena experiencia en la era Caffarel, que, sin embargo, trata con mimo a otra catalana como es Julia Otero.
El hecho de que Buenafuente, que se crió a los pechos de Sardá, tenga una buena racha en Antena 3, tanto en el programa que presenta como en “Homo zapping”, es una causa, pero no la única, de que Javier Sardá se tome un descanso dentro de unos meses. A Sardá le queda cuerda, porque sabe mover los hilos y conoce el medio y, en estos momentos, ha hecho causa común con los jefes y ha salido al paso de los rumores que lo ligaban a proyectos en TVE o Canal Plus.
Los optimistas creerán que algo se sanea en la televisión generalista si las “crónicas” desaparecen, pero el anuncio de retirada sin haber acabado de perder la hegemonía en el “late night” después de ocho años hace pensar que Javier Sardá se retirará dentro de un tiempo para volver a la carga sin ningún signo de arrepentimiento o cambio de rumbo.
