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Carlos Semprún Maura

Tartes á la créme

Se confirma que las instituciones "culturales" españolas de París están copadas por El País y sus amiguetes. En el Instituto Cervantes, José Vidal-Beneyto, Jorge Semprún y Edgar Morin fundan su Europa "social".

Tiene razón Yvan Rioufol cuando, en su crónica del viernes en Le Figaro, lamenta que ninguno de los dos candidatos que despuntan en los sondeos (en el último publicado, Nicolas Sarkozy sale con casi diez puntos más que Segolène Royal: 38% contra 29,5%) haya protestado por la condena a muerte islámica contra el profesor Robert Redeker. Efectivamente es lamentable, pero yo añadiría una precisión: Segolène no dice nunca nada sobre los problemas graves, ha decidido realizar una campaña somnífera. Pero yo me equivocaba cuando decía que Redeker estaba completamente solo y abandonado; no lo está del todo. Cierto es que las autoridades galas se han mostrado excesivamente prudentes, los sindicatos cobardes (El País tiene la caradura de escribir que es el "individualismo" de Redeker el que impide que los sindicatos se solidaricen con él...) y las asociaciones progres de "derechos humanos", perfectamente repugnantes, como siempre, insultando a Redeker y exaltando al Islam. Sin embargo, una protesta firmada por intelectuales como André Glucksmann, Bernard-Henri Lévy y varios más ha salido en Le Monde la semana pasada; por Internet, nos dice Rioufol, los mensajes de solidaridad y de protesta contra la infame fatwa, han sido muy numerosos. Menos mal.

El insoportable François Hollande se ha destapado, provocando la risa del respetable. Fingiendo imparcialidad y afirmando que el debate interno es democrático, descalificó a los contrincantes de su esposa morganática. Según él Laurent Fabius, social liberal hace aún algunas semanas, curiosamente y de pronto pretendería representar el ala izquierda del PS y Strauss-Kahn, al declararse "socialdemócrata", apoya un mejunje que no forma parte de la "cultura" del PS. Por lo tanto... sólo queda Segolène. Carcajadas.

Pasando a otra cosa, se confirma que las instituciones "culturales" españolas de París están copadas por El País y sus amiguetes. En el Instituto Cervantes, José Vidal-Beneyto, Jorge Semprún y Edgar Morin fundan su Europa "social" y en el Colegio de España Ignacio Ramonet sienta cátedra sobre el presente y el futuro eterno de Cuba castrista. ¡La repanocha!

Mientras el ex ministro de Educación y geofísico de profesión, Claude Allègre, confirma nuestro escepticismo al denunciar enL’Expresslas exageraciones y mentiras, nada científicas, de la campaña de pánico en torno al calentamiento del planeta, el gobierno francés da un nuevo paso en su totalitarismolight, prohibiendo fumar en los lugares públicos. Pues se pierden un cliente.

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