Según Pérez, sólo gracias a Rodríguez se ha abierto una nueva etapa en las relaciones del Gobierno español con la tiranía castrista. Las palabras del correveidile de los hermanos Castro confirman que Zapatero no necesita enemigos. Le basta con los amigos. Pérez lo es. Sólo así se entiende que confíe más en él que en sus víctimas y que, para alegría del vocero de la barbarie, haya abierto "una nueva página en la Historia de las relaciones entre Cuba y España". Por una vez no miente el bandido que nos quieren vender como "el Adolfo Suárez cubano". Es cierto. Zapatero ha abierto una nueva página en la Historia de las relaciones entre Cuba y España. Sólo le faltó añadir la palabra infamia. Lo que han abierto Pérez y el presidente por accidente es una nueva página de la Historia de la infamia.
También, según Pérez, el Máximo Líder engorda tanto que cada poco han de comprarle un nuevo chándal. Puede. Lo que quisiera que alguien le desmintiera es que un cirujano español viajó a Cuba como "parte de un proceso de intercambio". Vivo en Madrid y me gustaría que quedara constancia de que no intercambio nada con los que robaron a mis padres lo poco que ahorraron antes de que los cuatreros construyeran las más de doscientas cárceles.
Quien no va a desmentir a Pérez es Moratinos. Perdió los nervios cuando Moragas le preguntó por los presos de conciencia cubanos. Y no es la primera vez. Una exiliada cubana me contó una anécdota que no tiene desperdicio. Moratinos, su madre y ella pertenecen a la misma parroquia y coinciden con frecuencia. Cuando en una ocasión se encontraron en la fila que forman los que esperan para comulgar, la exiliada le pidió a su madre que ofreciera la comunión por los presos políticos cubanos. Moratinos le escuchó y muy molesto se dirigió a ellas diciéndoles que un cardenal cubano le había felicitado por la actitud que adoptó en La Habana. ¿En qué manos estamos? Nunca imaginé que un ministro del Gobierno español entrase al trapo con tanta facilidad. Será cosa de su conciencia.
El que no parece confiar mucho en la robolución es Canek Sánchez Guevara. El nieto mayor del carnicerito de La Cabaña conoce bien a los que fueron compañeros de su abuelo. Tanto como Zapatero y Moratinos. Lo que ocurre es que el descendiente de Guevara, no pretende, como los amigos españoles de Pérez, enredar en el futuro de los prostíbulos que rodean a las más de doscientas cárceles.
