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Pedro de Tena

De Marbella a Estepona

Trató de engañarnos con Marbella. Y trata de engañarnos ahora con Estepona. Las cosas, lamentablemente, no son tan sencillas y esto de mentir, en otro tiempo regocijo impune, sale cada día más caro.

La hipocresía dura lo que dura porque, al final, recubre una mentira y la mentira, nadie sabe por qué, tiene una tendencia innata a ser descubierta, se tarde más o se tarde menos. Chaves debería, como dice Benedicto XVI; liberarse "de las mentiras ocultas con que se engaña a sí mismo". Pero no, no lo hace. Trató de engañarnos con Marbella. Y trata de engañarnos ahora con Estepona. Las cosas, lamentablemente, no son tan sencillas y esto de mentir, en otro tiempo regocijo impune, sale cada día más caro.

Lo de Marbella tardó en salir a la luz, pero se supo finalmente cómo el PSOE había estado y estaba en pleno apogeo de la corrupción. Propusimos este guión, y a pesar de que no está todo escrito, casi se sabe lo fundamental:

  1. Entrevistar a Alfonso Cañas, primer alcalde socialista de Marbella y demandarle que cite quiénes eran, mucho antes que Gil, los altos cargos socialistas que cobraban comisiones en Marbella y le acosaban pidiendo recalificaciones, cosa que ha testificado en la prensa.

  2. Preguntar al segundo alcalde socialista de Marbella por qué consintió, y a quienes, los desmadres que supusieron que Gil enarbolara la bandera de la regeneración marbellí en las elecciones de 1987 y siguientes.

  3. Exigir de la decencia, si les queda, de Jaime Montaner y José Miguel Salinas (actualmente con más negocios urbanísticos en Estepona a través de otras empresas), destacados ex altos cargos de la Junta de Andalucía, que cuenten cuántas y de qué importe fueron las comisiones pagadas por Jesús Gil a personas del PSOE de Andalucía y qué destino tuvieron los 85 famosos millones que Gil entregó en un cheque en una reunión clandestina con altos dirigentes del PSOE.

    Muy especialmente deben aclarar qué significa lo que denunció la "verde" Inmaculada Gálvez, después diputada del PSOE: "Paralelamente, a don Jesús Gil, por fuente no determinada, le fue indicado que para solucionar los inconvenientes relativos a la edificabilidad de su parcela, que la resolución de la Junta de Andalucía dejaba en suspenso, debía ponerse en contacto con José Salinas González, abogado cordobés y padre de José Salinas, vicepresidente en esos días de la Junta de Andalucía, y de Rafael Salinas, asesor jurídico del Ayuntamiento de Marbella", según la querella. "Se celebraron diversas entrevistas entre Salinas González y su yerno Higinio Rodríguez con Gil, en el curso de las cuales le fue exigida a éste último la cantidad de 220 millones de pesetas, a fin de remover todos esos obstáculos existentes a la edificación."

  4. Reclamar de los hijos de Jesús Gil y su entramado toda la verdad sobre lo que ha ocurrido en Marbella, sin tapujos. Que cuenten sus porquerías y que cuenten las porquerías de los demás que algunos quieren y han querido hacer pasar por ajenas.

  5. Invitar a Isabel García Marcos, ex alto cargo socialista y amiga íntima de Carlos Sanjuán, ex secretario general del PSOE de Andalucía, detenida en el aeropuerto tras su regreso de la luna de miel, que explique lo que sabe de Gil y del PSOE en esa trama siniestra.

  6. Preguntar al señor Chaves, al señor Zarrías, al señor Marmolejo Ledesma y al señor Pizarro, entre otros, si conocían los contactos que se establecieron entre Gil, el PSOE y la Junta de Andalucía con motivo del pago de comisiones y en qué consistieron los acuerdos a los que se llegaron.

Hay mucho más bacalao que cortar, pero para empezar ya nos valdría conocer con precisión todo eso.

Pero el caso de Estepona, que llega mucho más tarde, con los callos morales más duros y extensos y con la experiencia policial más minuciosa y eficaz, ha dado desde el principio en la diana. Aquí ya se ha llegado al corazón de las tinieblas y ha quedado desde el principio de manifiesto que:

  1. El ex alcalde socialista Antonio Barrientos no era cualquier cosa en el entramado de poder socialista. Amigo de Bono y de Rojo, presidentes hoy del Congreso y del Senado respectivamente, le hacía aparecer como fortaleza inexpugnable para el poder judicial.

  2. Manuel Chaves mantiene a este imputado en su papel de candidato a la alcaldía de Estepona a pesar de conocer, de viva voz o documentalmente, qué estaba pasando en Estepona, como mucho antes todo el PSOE andaluz sabía lo que pasaba en Marbella.

  3. La propia juez del caso ya ha detectado como elemento negro del dinero la financiación irregular e ilegal del PSOE y de otros partidos.

¿Qué más tiene que pasar para que un presidente socialista asuma la responsabilidad, cuando menos, de haber consentido la putrefacción total de la Costa del Sol, si no cosas mucho más graves? Pues nada. En vez de irse a su casa, Manuel Chaves se sucede a sí mismo en una historia interminable. La democracia en Andalucía está a régimen, a régimen del ordeno y mando de don Manuel y del despotismo imperfecto del PSOE de Andalucía.

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