En las últimas semanas, el objetivo de los madridistas ha sido conseguir que los acuerdos alcanzados en la asamblea del 7 de diciembre de 2008 fueran anulados. Para ello tanto Regeneración del Real Madrid como Etica Madridista iniciaron sendas demandas que han llevado a Vicente Boluda, por fin, a convocar una nueva asamblea de compromisarios cuyo punto segundo del orden del día es la anulación de los acuerdos alcanzados en la asamblea anterior.
Hasta aquí la justicia ha triunfado, independientemente de que queda el último paso: que la asamblea lo apruebe. El siguiente objetivo es la convocatoria de elecciones por parte de la actual Junta Directiva.
Las malas lenguas dicen que Vicente Boluda se levantará de la mesa de Presidencia de la Asamblea General de Compromisarios de 29 de marzo de 2009 en caso de que no sea aprobado el primer punto del orden del día que es la ratificación del actual presidente.
Otras lenguas, igual de viperinas, señalan que si el Sr. Boluda presenta su dimisión tras la no ratificación, la Junta Directiva del Real Madrid se enrocará y se pertrechará sin dimitir a pesar del varapalo sufrido en la Asamblea.
Todas estas habladurías desgraciadamente parten de la base de la ratificación o no del Sr. Boluda.
En Regeneración del Real Madrid hemos defendido que no es coherente ratificar a Vicente Boluda como presidente –independientemente de sus consecuencias– por cuanto no podemos tomar nuestras decisiones en base a la capacidad de una Junta Directiva de perpetuarse en un cargo para el que nadie les quiere.
Este tipo de relación causa-efecto no debe ser la base de unas decisiones que están fundamentadas en el convencimiento de que ratificar al Sr. Boluda es ratificar los finiquitos de Bárcena, Arroyo, Nanín, etc...
Pero todo problema tiene una solución y en el presente caso es bien sencilla: ¡Sr. Boluda convoque usted las elecciones antes del 29 de marzo! En caso contrario, se verá abocado a una situación en la que ya no podrá hacerlo después de la asamblea.
El artículo 38 de los Estatutos del Real Madrid establece que "habrá lugar para la convocatoria de elecciones por decisión del presidente, oída la Junta Directiva y cuando lo acuerde la Asamblea General en razón de la dimisión o inhabilitación de la Junta Directiva o cuando por dimisiones, renuncias, fallecimientos o incapacidades físicas, haya quedado la Junta Directiva Reducida a un número inferior a cinco miembros en total".
En el supuesto de que el Sr. Boluda insista en ser ratificado el día 29 de marzo, los madridistas estamos seguros de que los actuales miembros de la Junta Directiva del Real Madrid en el momento en el que no lo sean, tendrán la decencia –como empresarios y directivos que son de empresas de reconocido prestigio– de dimitir y proponer a la asamblea que convoque las elecciones en ese mismo momento.