Que un gobierno no tenga el apoyo de grandes empresas, la Iglesia mayoritaria o intelectuales mediáticos, me parece una novedad muy interesante.
A LD le aconsejaría no copiar ciertos artículos de opinión sobre Italia pensando que nuestro problema con el nacionalismo se asemeja al suyo. Allí la Liga Norte nunca propondrá arrinconar el italiano en las instituciones públicas de regiones donde el 70-80% habla otra lengua. Ni habla de derechos históricos. Ni de RH. Ni considera que los sicilianos tengan que aprender lombardo para integrarse, etc Hace 20 años el PNV fue al congreso fundacional de la Liga buscando un aliado nacionalista y encontró solo un movimiento de protesta fiscal. Eso es la Liga Norte: la lucha contra el anquilosado, corrupto e hiperendeudado Estado italiano
Las patrullas han quedado en una cosa inocentona de no más de 3 personas, desarmadas, sin pertenencia a grupos organizados y sin antecedentes penales, y sin autoridad para intervenir sino para avisar a la policía. Algo mucho más light que las "neighborhood watch" de EEUU o RU. De todas formas, antes de la ley la Liga ya formaba sus "rondas padanas" y no se dedicaban a romper cráneos.
Aparte, el delito de inmigración clandestina existe en otros países y la UE lo ha introducido de facto con la nueva directiva ("de la vergüenza", según la izquierda, Chávez y ciertos sectores del Vaticano)
Hay que reconocer que a la Liga Norte le va la provocación. El juego es una más, pero se llama "rebotar" al clandestino, es decir, mandare indietro a casa, no hundirle o matarle. Las quejas del Vaticano? Casi siempre se quejan los mismos. Y la Liga desmintió ayer que quiera tocar los Pactos de Letrán (de Mussolini con la Iglesia). Lo que me extraña es que un supuesto liberal como usted no defienda acabar con esos pactos.
Sí, la Liga Norte es secesionista. Eso es lo que molesta.
Sospecho que a Migliucci le gusta Fini como sucesor de Berlusconi. Fini y su AN se llevan a matar con la Liga Norte y seguramente gobernaría a la alemana con el centroizquierda. Pero Fini, que en el 94 defendía a Mussolini y hoy es una especie de Gallardón a la italiana que gusta incluso a los Radicali anticlericales, también se ha enfrentado con la Iglesia por temas como el testamento vital, el aborto y la reproducción asistida.