¿Oposición? ¿Qué oposición?
No es suficiente alentar el voto a la contra; esto es, un voto al PP para echar a Zapatero. Hay que presentar al país una solución a la crisis. Y esto sin dejar la crítica de las miserias gubernamentales, la denuncia de las mentiras y contradicciones.
La dirección del PP ha decidido esperar sentada a ver el cadáver de su adversario político pasar. No se trata ya sólo de que la consigna sea presentar un perfil bajo, moderado, tibio, "centrista", sino que la estrategia, la gran estrategia, es esperar, simplemente esperar. Es un tipo de oposición.
No obstante, los tipos de oposición deben responder a las circunstancias; es decir, que el modo de opositar depende de la estabilidad política, social y económica. Por tanto, es el momento histórico el que marca a los opositores, sus acciones, discursos y hasta la personalidad de sus dirigentes.
Un caso ejemplar es el de la oposición socialista al último Gobierno Aznar. Entonces fue preciso poner en marcha una carga importante de demagogia, con sus componentes ecologistas y pacifistas, en boca de un equipo nuevo. La fórmula fue Zapatero. De ahí el "talante", que no fue ni es nada tangible o gubernativamente aprovechable, pero que funcionó. Zapatero vendía un "buenismo" que encandiló a la izquierda harta de Aznar y añorante de González, con un decálogo de respuestas demagógicas y populistas, sí, pero eficaces para la movilización y el voto. La derecha denunció el "truco", el "pensamiento Alicia", cuando ya era tarde.
La dirección del PP ha optado por otro camino porque creen que se dirigen a un electorado diferente. Piensan que su clave para la victoria está en desmovilizar al votante socialista, en la seguridad de que el propio no lo van a perder. Para lo primero están convencidos de que lo mejor es edulcorar las propuestas y las críticas, mostrando una imagen amable que le muestre a la izquierda que no constituyen un "peligro" –sea dicho esto en referencia a los tópicos lamentables que todavía hoy, y tras ocho años de gobierno popular, vinculan al PP con un retroceso en las libertades. Y para lo segundo, no perder el voto propio, han concluido que es suficiente con criticar lo que hace el Gobierno. Esto está bien para tiempos de estabilidad, pero no para los momentos más duros de una crisis económica completa.
Lo más popular
-
Solicitan al juez las llamadas telefónicas de Begoña Gómez con el Gobierno de Marruecos, Barrabés, Aldama e Hidalgo -
El Africa Center de Begoña Gómez logró un pacto estable en Ghana mientras Sánchez replanteaba las ayudas al país -
Vídeo: Sr Sánchez: ¿cuál de estas noticias de su familia es falsa? -
Makoke y Gonzalo, pura pasión durante sus vacaciones en Marbella -
Sánchez destroza el acceso a la vivienda: los españoles, los que más se empobrecen de la UE con el alquiler
Ver los comentarios Ocultar los comentarios