Así es. La ofensiva prohibicionista en los últimos tiempos es brutal.
En España tenemos la desgracia de que cualquier concejal de medio pelo, cuando llega al cargo, lo primero que piensa es en qué va a prohibir. Y se pone de inmediato a prohibir aparcar, prohibir pasear perros por la playa, hacer carriles-bus, incluso hay playas donde está prohibido f...
Pero todo lo hacen "por nuestro bien". O como Rubalcaba, "por nuestra seguridad".
Menudos cínicos.
Primero se busca dinero. Luego se busca el aplauso. Después se busca ser adorado. Por último se quiere ser dios. Para esto último es preciso re-crear la vida de sus súbditos. En ello están. Lo han conseguido des-educando desde las escuelas. Esto lo veía cualquiera que quisiera verlo.
Es que, si deja usted mano libre a los socialistas, en menos de 5 años tiene instaurado en España un régimen más salvaje que el de Mao. Eso si, vestido de flores, de fútbol y de "que viene la derecha!!!!!"
Lo triste es que somos capaces de dejarles . . .
La erótica del poder consiste en los orgasmos, que en los miserables, produce el prohibir. La progresiva baja talla moral de nuestros representantes se refleja en la progresiva intervención en nuestras vidas. ¡SI QUIERES CONOCER AL FULANITO DALE UN MANDITO!
Excelente artículo! La verdad es que este problema es el yo veo más acuciante, cada vez los gobiernos se inmiscuyen más en la vida de la gente. ¡Que nos dejen hacer nuestras vidas! Que ya somos mayorcitos..
Excelente artículo. No escuchaba exponerlo así desde que mi viejo profesor de Derecho Político nos decía exáctamente lo mismo hace más de veinte años.
Pero no es sino una consecuencia lógica de la caída de valores generales. Se acude a legislar porque ya nadie cree que el consejo, la moral, la ética o el buen sentido sirvan de nada. Lo que esa pasión legislativa está certificando es que la sociedad civil -que tiene otras formas de expresiones normativas- está muerta.
La caída del concepto de "autoridad", en cuanto saber reconocido y respetado, tan diferente del concepto más simple de "poder", está en la base de esta esclerotización de la democracia.