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Un Gobierno anticatólico

El verdadero proyecto de gobierno de Zapatero no es económico, sino social, y en él la desaparición de toda tradición católica juega un papel esencial. Y por eso el Ejército deberá rendir honores a Ban Ki-Moon y no al Cristo de Mena.

mdgs dijo el día 5 de Junio de 2010 a las 13:08:

Esto ocurre con la complicidad cobarde de la población y, mas aún, de los medios de comunicación que dan una cobertura desproporcionada y, a veces, parece que elogiosa a estas actitudes y hechos. Es vergonzoso el protagonismo que le están Vdes. dando a los terrorristas de Hamas y a los "ccoperante2 españoles que iban en el barco. les he oido decir que había habido ejecuciones or parte de los israelíes. Esto es una vergüenza europea y me asquea, no solo el gobierno sino la prensa.

punt dijo el día 4 de Junio de 2010 a las 12:28:

Eso es precisamente la ministra Cáncer Cochón y el resto de la piara gubernamental: una horda de salvajes que profesan un anticlericalismo atroz, visceral, guerracivilista, sanguinario.

Lo triste es que hay mucho lerdo suelto que, en su sectaria ignorancia, se cree que lo de "estado aconfesional" es lo mismo que perseguir al catolicismo hasta recluirlo en las catacumbas (y el que asome la cabeza, a los leones).

Afortunadamente, Dios y la Verdad prevalecerán sobre estos mindundis amargados que solo saben vomitar bilis en el BOE.

Y si no, al tiempo.

Un saludo.

beltane dijo el día 4 de Junio de 2010 a las 09:14:

Con ser ciertos los argumentos que se esgrimen para intentar explicar la última horterada de La Carme, no es toda la verdad.

Para visualizarla hay que bucear en sus orígenes de charneguita acomplejada del extrarradio barcelonés, donde, para poder dar el salto hacia la presunta aceptación de lo que esos infelices entienden que es la sociedad catalana, hay que demostrar odio visceral hacia todo lo que representa España y sus tradiciones.

Un error de apreciación muy característico de estos ignorantes que el socialismo explota magistralmente, como todos los complejos de los que se nutre para sembrar el odio en el que sustentan su existencia, aún en el siglo XXI.

Desarraigados de sus orígenes, no conocen el ejército, no comprenden las tradiciones hispanas, no entienden el sentir de nuestro pueblo y, sin embargo, contra el más elemental sentido común, los colocan en los principales puestos de responsabilidad.

De ahí los ridículos que protagonizan, de ahí sus fracasos, de ahí la vergüenza ajena que nos hacen soportar.