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Francisco José Alcaraz

¿La ETA rota o la derrota de ETA?

Mientra unos avanzan con la estrategia de la ETA rota, otros seguiremos rebelándonos contra esa estrategia y seguiremos trabajando para la verdadera derrota, con vencedores y vencidos.

El fin de ETA es algo que la mayoría de los españoles esperamos con ansias, pero ese fin no ha llegado sencillamente porque, entre otros motivos, ETA no ha conseguido los objetivos políticos marcados por la banda de asesinos.

La situación de ETA era extremadamente crítica en los últimos años del Gobierno de D. José María Aznar, pues se descartaba cualquier proceso negociador gracias al Pacto por las Libertades y Contra el Terrorismo, además de haber ilegalizado a su brazo político.

Con la llegada de Zapatero al poder, con una ETA debilitada y con las cárceles llenas de históricos jefes de ETA, se abre de nuevo un ciclo de esperanzas para la banda terrorista.

De nuevo se dialoga con asesinos, pero esta vez con el respaldo de una resolución parlamentaria. ETA vuelve a las instituciones, de una forma u otra sigue en ellas durante los seis años de Zapatero.

Lo único con lo que no contaban, ni ETA ni el Gobierno de Zapatero, era con la rebelión cívica que hizo frente al proceso de rendición y tutelaba las cesiones del Gobierno a ETA. De hecho, son ya varios los documentos incautados a ETA que confirman el daño que le hicimos a los objetivos que tenían acordados con el Gobierno de Zapatero.

Por primera vez en la historia, hacer alarde y uso público de un proceso de negociación con asesinos ha dejado de ser políticamente rentable, lo que ha obligado a ETA y al PSOE a ocultar el proceso de negociación y a llevar a cabo una estrategia que pueda permitir a ETA seguir consiguiendo sus objetivos y al Gobierno rentabilizar un supuesto fin de ETA.

El ministro Rubalcaba, haciendo alarde de su capacidad maligna de disuasión, ha consiguido, porque unos son partícipes de su estrategia y a otros les resulta más rentable aceptarla, que finalmente se haya terminado suscribiendo la tesis de una ETA rota.

Los cientos de presos de ETA tienen que estar muy esperanzados y de hecho están consiguiendo, al suscribir y ser partícipes de esta estrategia, el acercamiento, las excarcelaciones y otros privilegios que ni podrían haber imaginado hace seis años. Estos presos, como si de una carrera de relevos se tratase, han sido amortizados por la banda terrorista, y dejan el testigo a una nueva generación que se está preparando para cuando la mayoría de estos presos estén acercados a la CAV y otros muchos en la calle, además de seguir en las instituciones. Es entonces cuando esa supuesta ETA rota seguirá matando para conseguir los objetivos que pudieran quedar sin alcanzar en esta negociación.

Si ETA es capaz de asesinar, ¿qué problema tiene una parte de ella en realizar una declaración condenando la violencia si esto le sirve para subsistir políticamente? No me cabe la menor duda que ETA seguirá en las instituciones, cometiendo el "pecado venial" de mentir con una condena a la violencia.

Después de 40 años resistiendo esta lacra, las víctimas del terrorismo –que hemos confiado en un estado de derecho con la esperanza de ver la derrota de ETA–, no podemos ni debemos hacer el juego al Gobierno de Zapatero.

La unidad es para derrotar a ETA, no para legitimar un proceso que sería una traición a las víctimas del terrorismo y a los españoles.

Mientra unos avanzan con la estrategia de la ETA rota, otros seguiremos rebelándonos contra esa estrategia y seguiremos trabajando para la verdadera derrota, con vencedores y vencidos.

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