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Carmelo Jordá

Las tabletas se llevan el primer round

El mercado parece decantarse por dispositivos en los que, además de leer con un notable grado de comodidad, se pueden hacer otras cosas.

Pese a que, desde el mismo día su lanzamiento, el Ipad me pareció un cacharro absolutamente sorprendente, magnífico y aposté por que abriría todo un nuevo segmento de mercado, venía resistiéndome a pensar que el futuro de la lectura electrónica pasase exclusivamente por las tabletas.

Pero si les he de ser sincero, en las últimas semanas estoy empezando a cambiar de opinión: frente a las desventajas de la pantalla retroiluminada y la duración limitada de las baterías, las tabletas aportan un mundo tal de posibilidades que va a hacer muy difícil que la inmensa mayoría no las elija como su principal (o su único) dispositivo de lectura.

Y si hasta el gran popularizador de los ebooks y los dispositivos de tinta electrónica se dispone a lanzar no una sino dos tabletas, creo que el asunto adquiere ya una claridad poco menos que meridiana: leeremos en tabletas.

Como siempre, esto no quiere decir que los dispositivos de tinta electrónica vayan a desaparecer, pero sí puede significar que su crecimiento se trunque sin que hayan llegado a ser una tecnología de uso absolutamente masivo.

Por supuesto seguirán teniendo usuarios de nicho (grandes lectores, profesionales o personas a las que no les sea fácil recargar la batería cada dos días), y también es posible que la evolución de la tinta electrónica sea tal que les permita... parecer tabletas.

Pero mientras tanto el mercado parece decantarse por dispositivos en los que, además de leer con un notable grado de comodidad, se pueden hacer otras cosas: navegar y mantenerse conectado, gestionar correo o herramientas sociales, jugar, ver películas y, sobre todo, disfrutar de la verdadera explosión de creatividad y utilidad que son las aplicaciones desarrolladas para los móviles y para estos dispositivos, definitivamente uno de sus grandes atractivos.

Me dirán que también está el inconveniente del precio, pero en el mundo de la tecnología esto es un problema que se soluciona con el tiempo: el propio rey de este segmento, el Ipad, mantiene los precios de su lanzamiento año y medio después y los mantendrá en la nueva versión a final de año: eso en la práctica es bajarlo.

Y sus competidores tendrán que esforzarse en lanzar dispositivos con costes más y más ajustados u ofrecer descuentos muy importantes si quieren hacerse un hueco en un mercado en el que Apple parece haber tomado la delantera por muchos cuerpos.

Uno de los que ha demostrado habilidad para hacerlo es Amazon, a final de año veremos en qué condiciones se presenta a la batalla.

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