Pues nada, veo en lontananza a miles de personas peregrinando a León, para darle las gracias con mucho entusiasmo a este....Frente a su palacio, claro. Hay que darle muchísimo cariño para que jamás nos olvide. ¡Jamás!.
Por otra parte, don Jaime, la Historia no dicta veredictos, esto es dicho en román paladino: 'verdades dichas'. No aspira a tanto la Historia.
Créme que, de verdad, me molesta tener que molestarle a ud con esta discrepancia.
Espero que su próximo artículo sea tan oportuno, preciso e ilustrativo como casi todos los suyos con la exceción de éste sobre la que mejor es correr un tupido velo.
Perdóneme usted que no le haya seguido leyendo más allá de su nefasto primer párrafo.
Es una antigua costumbre mía, quizá equivocada pero, a estas alturas, no la pienso cambiar.
Con urnas o sin urnas, la Historia debe ocuparse, estudiar y hablar de los personajes históricos, hayan aparecido a la Historia con urnas o sin urnas.
O ¿es que la Historia debe de acabar en Isabel II y lo demás ya no es Historia?
Ábranse paso las urnas. Muera la Historia.
Con tan gran sentencia, Zapatero será uno más.
O, mejor dicho, no será, pues, según ud no ha de ser objeto de estudio histórico.
Pues no, Emilio, el veredicto de la Historia -sin la que es difícil definir a la Patria- debería ser la norma prioritaria de conducta de nuestros máximos gobernantes, y el de las urnas, una secundaria, aunque eficaz en los sistemas democráticos e inexistente en los dictatoriales. Si los rectores de nuestro país no tienen más horizonte que el de los próximos comicios, pronto no habrá país. Para mirar hacia un horizonte lejano, y como factor corrector, debería estar la Corona, pero la Constitución la ha despreciado.
Desde hace mucho tiempo, los oportunistas políticos canarios andan dándome muchos disgustos. Tengo la impresión de que los peninsulares sobrevaloramos, influenciados por su carencia de agresividad verbal, el afecto que las gentes de ese pueblo nos dispensan.
Atentamente.
La oda cursi a ZP de la canaria Oramás, es un insulto para los 5 millones de parados y para la inmensa mayoría de españoles sorprendidos por la crisis por culpa de este presidente cretino que cuando debió informar de lo que se avecinaba y tomar medidas, presumió de que la economía española estaba en la Champions Ligue.
La Sra. Ana Oramás, debe de orar menos y sentar cátedra de la justificación de lo injustificable en panegíricos dedicados a los personajes más canallas de la historia, empezando por Judas y terminando por el felón Zapatero. Si los edita, a lo peor vende unos cuantos.