Estimada Ketty:
¡Esto se acaba! Fin a quince días "prescindibles" en los que Mariano ha logrado, una vez más, que nadie le marque el camino. Sus temas, sus tiempos, su estrategia. "Lo único importante es el paro y la situación económica" y después "todo lo demás", es su refranero, llevado a cada mitin protagonizado por su periplo nacional.
Escuchando tu crónica de las 14:00 horas y, en concreto, ese sonido en directo de Rubalcaba jadeando contra el líder popular, y después la mía, con ese líder popular en tono solemne dirigiéndose directamente a las instituciones europeas, bastaba para comprobar lo diferente que han sido nuestras caravanas. De la desesperación al paseo militar. Del "me preocupa que la derecha se alce con el poder absoluto" al "remar todos juntos en la misma dirección".
El candidato del PP está satisfecho. Ha sido una campaña "sencilla", admiten sus estrategas. Pasado el cara a cara, un camino de rosas. Y llegó la prima de riesgo, pero Rajoy sólo tuvo que ajustarse ese traje de presidente con el que se ha vestido, día tras día, durante esta espera agotadora. "La más fácil de las campañas en el momento más difícil para España", resumió un alto cargo, en uno de esos off que han permitido a Rajoy escabullirse del contacto directo con los periodistas.
Ahora toca regresar a casa y deshacer la maleta. También para el candidato, ansioso por recuperar esa cotidianidad del deporte matutino y sus horas de sueño. ¿Seguirá siendo así en La Moncloa? ¿Habrá Moncloa? Los rumores se disparan, alimentados por él mismo, sobre si pondrá el cartel de "se alquila" en el palacete presidencial. En Aravaca, ese lugar tranquilo, ya preparan las protestas.
Viva donde viva, Rajoy cree que va a ser el presidente. Lo piensa desde hace mucho, pero desde hace algunas semanas ni lo disimula. Y es de entender con esas encuestas internas, actualizadas constantemente, también durante las horas previas. Las últimas insisten en que ni hay desgaste ni nada que pudieran hacer saltar unas alarmas apagadas durante estos 15 días. Mayoría absoluta, que es lo que importa. El resto sólo servirá "para alimentar egos", en voz de un barón regional.
Pero cuéntame tú, ¿cuál es tu balance? Me dicen que sigues tan espectacular como siempre; un topo te descubrió en el aeropuerto de Sevilla. Los tacones siguen ahí y ni las cremas ni las anti-ojeras te hacen falta, así que una recomendación: dale los potingues a Alfredo, que la que le viene es buena. Mientras, el mío está contento y tranquilo. Su última preocupación familiar también se ha disipado: su hijo mayor, Mariano júnior, le ha dado las notas y estas ¡han sido buenas! Solucionado este trance, ahora le queda España.