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La conjura de los mediocres

Perder no importa. Importa seguir en el machito de la política, manque se pierda. Preferirían que quien les mantenga fuera un ganador, pero no importa que sea un perdedor, como es Rubalcaba, si promete dejarles en sus puestos.

lag dijo el día 29 de Noviembre de 2011 a las 20:26:

Pues si UPyD no se equivoca mucho quizá pueda conseguir lo que quiso hacer Julián Besteiro en 1930 con el PSOE y que Largo Caballero y Prieto le impidieron (y volvieron a impedir en Diciembre de 1933): un Partido Social-demócrata.

Senex dijo el día 27 de Noviembre de 2011 a las 22:22:

Pero es que, Emilio, la "conjura de los mediocres", según me parece, es la consecuencia general de la praxis democrática en todos los tiempos y lugares. Cierto intelectual americano con el que llegué a intimar, se lamentaba, con mi sorpresa, de la mediocridad de todos los presidentes que hasta entonces habían desfilado por la Casa Blanca; con reservas, exceptuaba a Wilson. Si eso ha sido así en USA, ¿qué no será por nuestros andurriales?. Sólo es por error de cálculo o estimación de los electores, que prefieren a uno de ellos y de "traje gris", como ellos, cuando por vía democrática resulta que nos encontramos a un personaje dotado de excelencia al frente de la gobernanza de los pueblos. Tanto se insiste en que cualquier otro procedimiento es peor que no me atrevo ahora a contradecirlo, aunque mis reservas tengo. Es posible, se me ocurre, que cuando en algún país se prospera con el sistema democrático para elegir a sus gobernantes es porque ese país está organizado para que esa gobernanza sea una pura apariencia, y que la real la ejerzan eso que se ha dado en llamar "los poderes fácticos". Si éstos son buenos y benéficos, miel sobre hojuelas. Acaso esto sea el caso de USA (acordémonos de "lo que es bueno para la General Motors es..."), hasta ahora, y la pretensión de los "Grandes Orientes" y de los "brujos" y "dinosaurios" retornados (García Domínguez, hoy).
Atentamente