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Ketty Garat

La doble de la pichichi Soraya

Aunque resultaría 'naif' presumir que el papel de poli bueno de Soraya no lo tiene pensado Mariano, el 'presi' debería tomar buena nota. No para subir su calificación ciudadana, sino porque en democracia dar la cara es una exigencia a todo Gobierno.

Querido Pablo:

Desde luego, tú y yo tenemos algo de telepatía. Me refiero a las comparaciones entre Soraya Sáenz de Santamaría y Mª Teresa Fernández de la Vega. Precisamente esta semana la comparación salió a relucir en una conversación en los círculos socialistas. Algunos se refirieron a la doble de la vice actual por una cuestión nada desdeñable en estos tiempos en los que la comunicación "está de más", según el PP, aunque en realidad esté de menos. La capacidad de comunicar, la credibilidad y la alta calificación de los ciudadanos en las encuestas del CIS son características exigibles a todo buen portavoz del Gobierno. Algo sé de lo que hablo, que ya llevo cuatro a las espaldas. De la Vega fue "la vice"; Rubalcaba "el portavoz sin voz", Blanco "el portacoz" y Soraya es, simplemente, Soraya.

A la nueva vice, aparte de un numeroso clan de sorayistas, le acompaña una buena imagen, una excelente capacidad defensiva a la hora de despejar el balón –mal que nos pese a quienes formulamos las preguntas– y una habilidad notable para dar la cara que no conlleva un desgaste en su imagen pública. ¡Qué paradoja que sea la número dos de Rajoy!

Y es aquí donde los comentaristas socialistas establecieron la comparación. Recordaron el cabreo que en las otrora cúpulas de poder socialistas existía por el papel que jugaba De la Vega en el complejo de La Moncloa. "El número dos debe servir de parachoques del número uno. Es el portavoz quien tiene que quemarse para que no se queme el presidente. Y De la Vega siempre intentaba quedar ella bien aunque dejase el marrón para Zapatero". No fue algo nuevo para mí el escuchar la atención que prestaban en la Moncloa socialista a la valoración de los líderes políticos que presentaba el CIS cada dos meses, y el enfado mayúsculo que surgía en el edificio de Presidencia cuando la Portavocía del Gobierno le superaba en la nota del examen. De la Vega ganaba a Zapatero. Y ése, junto a la sensación dominante en Ferraz de que "de la Vega iba por libre" porque era "una de esas independientes", fue el principal motivo de la remodelación de Gobierno que la sacó del Ejecutivo obligándola a ceder la poderosa cartera ministerial a Alfredo Pérez Rubalcaba.

Cierto es que obviaron estos comentaristas socialistas el estrecho vínculo que une a Rajoy y a Soraya; que la joven abogada del estado que empezó junto a él su carrera laboral en Génova es de la más absoluta confianza del jefe y que no existen atisbos algunos de deslealtad por parte de su número dos, sino más bien al contrario. Pero la política también son datos. En el mes de enero, el primer barómetro del CIS con valoración de líderes políticos de este Gobierno, Soraya obtuvo la mejor nota de todo el gabinete del Ejecutivo, un 5,08, frente al 4,55 de Mariano Rajoy.

La experiencia vivida llevó a los socialistas, siempre desde el anonimato, a advertir a Soraya de que en el campo de La Moncloa ella es defensa y no el delantero cuyo titular es el sin par Mariano. Personalmente creo que el tándem Mariano/Soraya se diferencia del de De la Vega/ZP en que juegan en un mismo equipo y bajo un mismo objetivo: ganar el partido y no el título de pichichi que no creo que se lleve Mariano. Rematando la jugada, creo que el principal problema que tiene este binomio del presidente y su número dos es la bipolaridad de su política de comunicación que es la que les lleva, como dices, de incendio en incendio, y que podría acabar quemándoles antes de tiempo.

En resumen, dar la cara y no dar titulares da buen resultado. Y aunque resultaría naif presumir que el papel de poli bueno de Soraya no lo tiene pensado Mariano, el presi debería tomar buena nota. No para subir su calificación ciudadana, sino porque en democracia dar la cara es una exigencia a todo Gobierno. Me contaron que en el traspaso de poderes Rajoy le dijo a Zapatero: "Tu problema es que te has expuesto demasiado. Yo no cometeré el mismo error". Hay que reconocerle que cumple sus promesas. Ahora no quiere celebrar debate del estado de la Nación, lo cual me parece el colmo. ¿Y quién se ha manifestado a favor de celebrarlo? Soraya.

Ahora te toca a ti tirar de la manta. Te paso el balón.

PD: En la siguiente carta prometo hablarte de una sorprendente llamada de Rubalcaba. Ya sabes que tus deseos de hablar de los míos son órdenes para mí.

Un beso

Ketty 

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