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José María Espejo-Saavedra

Adios President

Corren ahora los dirigentes de CiU, y todo el separatismo en general, a desvincularse de la figura del Molt Honorable President Jordi Pujol.

En Cataluña los tratamientos protocolarios se abrevian con las iniciales, y al nombre de Jordi Pujol, desde los inicios de la democracia, siempre le ha precedido el Molt Honorable President.

Una amiga me decía que el Sr. Pujol, en contra de lo que se le exige ahora, debía conservar esas iniciales, pero que para ella simplemente expresarían a partir de este momento otra distinción, mucho menos honorífica. Así parece también que le traten los que hasta ahora eran sus sus máximos defensores, y que han sido siempre sus discípulos. El primero de ellos, el actual President de la Generalitat, Artur Mas.

Después del propio hijo de Jordi Pujol, hoy imputado por corrupción, fue el Sr. Mas el alumno más aventajado de las formas y maneras de hacer del patriarca Pujol, quien desde el año 1995 lo nombró conseller y lo mantuvo en sus gobiernos, primero como Conseller de Obras Públicas, posteriormente de Economía y Finanzas, y más tarde como Primer Conseller. Es tanta la vinculación que hay entre Convergencia y la familia Pujol en general, y entre Artur Mas y Jordi Pujol en particular, que éste último ha sido hasta hoy mismo presidente fundador de Convergencia y su hijo Secretario General de la formación, y que Artur Mas ha dado siempre apoyo explícito tanto al padre como al hijo cuando se les ha vinculado desde fuera de CiU con casos de corrupción o fraude.

No hay más que recordar que cuando se publicaron en 2012 las primeras informaciones sobre la fortuna oculta de la familia Pujol, fue el propio President Mas quien literalmente pronunció esta vergonzosa frase "¿Qué valor tiene la democracia cuando se utilizan las alcantarillas del Estado para hundir la voz de un pueblo?". Ahora podemos decir alto y claro que ha sido el propio Jordi Pujol quien ha salido de la alcantarilla en la que estaba metido. Él y todo su dinero sin declarar. Y además tenía todo ese dinero guardado mientras sus Gobiernos y su Consejero de Economía, el Sr. Mas, se ocupaban de que los catalanes pagasen fielmente todos sus impuestos a la Generalitat que dirigían. Hoy ese señor, Artur Mas, pide un nuevo país y para comenzar quiere una Hacienda Propia Catalana. ¿Se imaginan que hubiera pasado con todo esto si Cataluña tuviera una Hacienda Propia dirigida por quien fue el alumno aventajado de Pujol?.

También recordamos a toda la cúpula de Convergencia (Josep Rull, Jordi Turull, Lluís Corominas...) acompañando hace pocos meses a Oriol Pujol, el hijo del expresident, a declarar al Juzgado imputado por, presuntamente, pedir sobornos. Todo lo que les pasaba a los Pujol era un ataque contra Cataluña. El propio Jordi Pujol inició el relato cuando en el marco de la querella interpuesta contra él en 1984 por el caso Banca Catalana, se aprovechó de su posición institucional y declaró subido en el balcón de la Generalidad que "el Gobierno Central ha hecho una jugada indigna" y que "de ahora en adelante, de ética y moral hablaremos nosotros, no ellos". Asqueroso. Eso lo dijo el que hasta hoy era presidente fundador de Convergencia, el partido de la sede embargada por el caso Palau.

Ahora Josep Rull, el mismo que subía hace poco, con camaradería, las escaleras del juzgado junto con el imputado Oriol Pujol en explícito signo de apoyo, pide al padre de éste que comparezca naturalmente ante la justicia para explicar sus manejos. ¿Le acompañarán ahora al Juzgado él y sus otros compañeros al patriarca de los Pujol? ¿Si condenan al hijo Oriol Pujol por cohecho o por tráfico de influencias seguirá siendo un ataque contra Cataluña? ¿Quién hablará de ética y moral de ahora en adelante?. Desde luego no Convergencia, ni el MHP Jordi Pujol.

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