William Saletan ha publicado una incisiva nota en Slate titulada "Por favor, John Kerry, deje de hablar" y cuya tesis dice:
Kerry nunca ha sido capaz de quedarse en su sitio. Cuanto más habla, más revela, y mucho de lo que revela no ayuda, precisamente.
Por si hiciera falta alguna confirmación, eche un vistazo a la entrevista del secretario de Estado con Jeff Goldberg, que se ha convertido en el altavoz de la Administración. Merece la pena destacar un par de momentos:
"El ayatolá cree que no somos de fiar, que no se puede negociar con nosotros, que les engañamos", dijo Kerry. "Esto [el rechazo del Congreso al acuerdo nuclear con la República Islámica] será la burla definitiva". Y adujo: “El Congreso de EEUU corroborará las suspicacias del ayatolá, y no habrá manera de que vuelva. No volverá a negociar. (…) América no va a negociar con buena fe. No negoció con buena fe, será su argumento”.
¿En serio? ¿Tenemos que ratificar el acuerdo para no burlar al ayatolá Alí Jamenei, líder supremo de un Estado dedicado al "Muerte a América" y al "Muerte a Israel"? Pensaba que, en política exterior, de lo que se trataba era de burlar a los regímenes que intentan atacarnos y atacar a nuestros aliados. Pero al parecer Kerry no piensa que Irán encaje en esa categoría.
Le dijo más a Goldberg:
"Creo que tienen un enfrentamiento ideológico con Israel en este momento. Si eso se traduce o no en pasos decisivos a ‘borrarlo’, ya sabe…"; aquí intervine: "Borrarlo del mapa". Kerry prosiguió: "No tengo la respuesta a eso. No he visto nada que me lo diga; tienen 80.000 cohetes de Hezbolá apuntando a Israel, y no han materializado ninguna de esas oportunidades. No han construido la bomba, cuando tienen material suficiente para 10 o 12. Han firmado un acuerdo donde dicen que nunca lo harán y tenemos un mecanismo para comprobarlo. Así que no quiero quedar atrapado en ese debate. Creo que es una pérdida de tiempo.
Al parecer, esos 80.000 cohetes de Hezbolá desplegados en el sur del Líbano están ahí para un propósito distinto a "borrar a Israel del mapa". ¿Quizá como reclamo turístico?
Kerry parece sugerir que, como no ha intentado seriamente destruir a Israel, la retórica de Irán es simplemente eso, retórica. O quizá Irán está esperando a tener los medios –armas nucleares y misiles balísticos– para cumplir lo que concibe como una misión de inspiración divina. ¿Quién sabe? Pero si la historia nos enseña algo es que debemos tomar en serio las declaraciones e intenciones de los extremistas homicidas, ya sean Adolf Hitler, Osama ben Laden o, en el momento presente, el gran ayatolá Alí Jamenei.
En su afán por vender el acuerdo, Kerry está socavando su propia credibilidad al comportarse como un portavoz del régimen iraní.