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Pedro de Tena

Juan Marín, ¿cambiará de peinado?

¿En qué se notará la renuncia de C's a la socialdemocracia?

Lo más turbador del jefe del clan de la manzanilla, tras recalar en el Partido Popular, en el partido pachequista, en los Independientes de Sanlúcar ligados al PSOE y finalmente en Ciudadanos de Albert Rivera uncidos al PSOE de Susana Díaz no es su política, sino su peinado. Se llegó a hablar de su flequillo inquietante, no tan vileda como el de Puigdemont, pero con un recuerdo lejano al peluquín, que desmintió el interesado.

Viene esto a cuento de una canción española que recordó Federico, el nuestro, cuando escribió un famoso artículo a propósito del "centro reformista" del PP, que tituló "Viaje al centro de la nada". En su texto, rememoró la letra de la copla de Rafael de León, Quintero y Quiroga, "La amante de abril y mayo", que, de pronto, un día, rondando los cuarenta, cambió de peinado, se largó con un pipiolo de veintidós, al que llevaba como un caballo sentado en su corazón y por el que le dolían hasta los "centros".

El caso es que el resultado de la IV Asamblea de Ciudadanos ha sido la defensa de un centro liberal-progresista, reformador y aconfesional. Si es o no otro viaje al centro de la nada, se tiene que notar en un cambio de peinado de Juan Marín, porque, tras las apreciaciones sobre su sospechoso mechón frontal, procuró aliviarse de peinado y se compuso un romance con la señá de Triana, rondando los cuarenta años de régimen, por el que nos dolieron los centros a todos los que esperábamos otra cosa de Ciudadanos.

Ahora, Ciudadanos ha renunciado a la socialdemocracia –algo mucho más inofensivo de lo que pervive en Andalucía– y defenderá el centro liberal-progresista, reformista y aconfesional, suponemos que también en Andalucía. ¿En qué se notará?

Los pesimistas apuntan que lo que hasta ahora ha defendido Juan Marín, con su clan de la manzanilla, era ya una posición centrista. Por eso manda a su antojo Susana Díaz mientras asciende a Ferraz. Osú, más dolor en los centros y más viaje al centro de la nada o nada, nadita, nadea, como se reía el viejo Carnap de los bergsonianos y de otros metafísicos.

Otros creen que el nuevo centro liberal-progresista y demás consistirá meramente en ocupar una vicepresidencia junto a Susana Díaz, con algunas consejerías más, sus correspondientes centenares de nombramientos a dedo aparejados y un entrenamiento sólido para un fututo gobierno C's-PSOE a nivel nacional sin exigir reformas decisivas. Como hasta ahora, vamos. Más nada.

Finalmente, una minoría de optimistas inexperimentados cree que Marín y su clan, vista por fin la luz en esta IV Asamblea, formularán una propuesta de cambios decisivos para que Andalucía se libere del régimen y de estar a la cola de todo. ¿Cuál será la señal del acontecimiento? Un nuevo cambio de peinado de Juan Marín. Estén al tanto.

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