Menú
Cayetano González

Más luto, menos aplausos

No se entiende que el Gobierno de la Nación se niegue a tomar ya las medidas que están en su mano para honrar a los muertos.

23.521 personas fallecidas en España por la pandemia del coronavirus, según los datos oficiales actualizados este lunes 27 de abril; es una realidad tan dramática como difícil de digerir, sobre todo y en primer lugar para los familiares, para las personas cercanas a las víctimas, que además en muchos casos no han podido estar al lado de ellas, acompañándolas en los últimos momentos.

Por eso la interpretación que hacen el Gobierno y la mayor parte de los medios de las cifras de muertos que diariamente se dan a conocer tiene el peligro de caer, seguramente de manera inadvertida, en la frivolidad, al analizar si es menor que la del día anterior, si es el tercer día en que se ha bajado de no sé qué barrera, etc. ¿Pero de qué estamos hablando? Para poner en perspectiva la magnitud de esta tragedia, pongamos tres ejemplos: el terrorismo de ETA causó durante 50 años un total de 857 muertes; en el 11-M hubo 193 víctimas mortales y en los atentados del 11-S, 2.996. Si cualquiera de estas cifras, que son vidas humanas, nos estremeció en su momento, ¿qué podemos decir de la que tenemos ahora, y que desgraciadamente seguirá aumentando en los próximos días?

Ante esta situación, no se entiende que el Gobierno de la Nación se niegue a tomar ya las medidas que están en su mano para honrar a los muertos. Por ejemplo, decretar el luto oficial en todo el territorio nacional y ordenar que las banderas ondeen a media asta. Sánchez ha dicho que cuando se supere la crisis sanitaria se honrará debidamente a las personas fallecidas. Pero mucha gente se pregunta: ¿por qué esperar?, ¿por qué no hacerlo ya? ¿No será que el Gobierno no quiere que se visualice la enorme cantidad de vidas humanas que se ha cobrado esta pandemia, ni que se pueda pensar que algunas muertes se podían haber evitado si se hubiera actuado antes?

Lo que no hace el Gobierno del PSOE-Podemos lo están haciendo algunas de las comunidades autónomas en las que gobiernan PP-Ciudadanos con el apoyo externo de VOX. Es el caso de Madrid, Castilla y León y Murcia –en los próximos días lo harán Galicia y Andalucía–, donde sí se ha decretado ese luto oficial y donde las banderas –no todas, porque las Delegaciones del Gobierno se niegan a ello, siguiendo las instrucciones de la Moncloa– ya ondean a media asta. Además, muchos ciudadanos en diferentes puntos del país han empezado a poner en sus balcones la bandera de España con un crespón negro. De nuevo la España de los balcones, que nació hace unos años para reforzar el sentido de unidad nacional frente a los independentistas catalanes y que ahora sirve para honrar a los muertos. Una vez más, los ciudadanos van muy por delante de algunos responsables políticos.

Quizás ha llegado la hora de aplaudir menos a las 8 de la tarde y de aumentar las muestras de luto y dolor por las personas fallecidas. ¿Son incompatibles ambas cosas? Evidentemente no, pero tengo la convicción de que no hay un solo miembro del personal sanitario que no sea consciente del agradecimiento infinito, del aprecio y de la cercanía de todos los españoles por su entrega –en algunos casos hasta dar la vida–, por su espíritu de servicio, por su profesionalidad, demostrada especialmente y con gran intensidad en estas semanas, en circunstancias muy difíciles, entre otros motivos, por la falta de medidas de protección.

Por el contrario, sí que puede haber muchos familiares de las 23.521 personas fallecidas hasta este lunes que echen de menos el afecto y la cercanía, con hechos y no sólo con palabras, de algunas instituciones. Por eso, quizás ha llegado la hora de más luto, de más duelo, de estar más con las víctimas del coronavirus y de aplaudir menos, porque sinceramente no tenemos nada que celebrar y sí mucho que llorar, recordar y rezar por muchos compatriotas.

Temas

En España

    0
    comentarios