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Madrid

Marta Marbán

Gordofobia: Más Madrid en la encrucijada de gestionar la sanidad o dar la nota

La izquierda progre defiende la obesidad y el cupo de obesos en series y películas para colectivizarlos, y ya de paso manipularlos

La izquierda progre defiende la obesidad y el cupo de obesos en series y películas para colectivizarlos, y ya de paso manipularlos
Mónica García la pasada semana en el XXI Congreso Nacional sobre el SIDA e ITS. | EFE

El refranero español es muy sabio y nos recuerda que no es lo mismo predicar que dar trigo y así deberían aplicárselo en Más Madrid. Desde la oposición en la Comunidad de Madrid, este partido político ha decidido seguir un rumbo errático e irresponsable, pero ahora se le puede poner frente al espejo y sacarle los colores.

El dilema se evidencia cuando abanderan informes como el del Observatorio de la Diversidad en los Medios Audiovisuales titulado Gordofobia y hacen suyas ideas como que "hablar de obesidad genera estigma, opresión y violencia estética". El dilema se evidencia porque su lideresa en Madrid pasó a ser la actual ministra de Sanidad y tiene, como dice la Constitución Española en su artículo 43, la obligación de garantizar el derecho de protección a la salud, encomendando para ello a los poderes públicos la organización y tutela de la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. El dilema se evidencia en que, según el último informe del Sistema Nacional de Salud publicado a través del Ministerio de Sanidad, el porcentaje de población obesa en España es un 15´5% en mujeres y un 16´5% en hombres. El dilema es que tiene que trabajar para reducir los niveles de obesidad, fomentar los hábitos saludables y concienciar a la población en prevención mientras su partido defiende una cuota de gordos en los medios audiovisuales.

Algunos activistas progres de este país han decidido abrir una lucha ideológica explicando a la población que "la salud es un arma que se utiliza para oprimirlos", que "la salud es un escudo biologicista pernicioso y absurdo" y que "la salud es un arma que ataca a quienes presentan identidades o corporalidades disidentes". Si se han perdido, no me extraña y eso que no les he incluido la "e" como otra estafa de lenguaje inclusivo que nos hace perder el tiempo.

Como les digo, en resumen, la izquierda progre defiende la obesidad y el cupo de obesos en series y películas para colectivizarlos, y ya de paso manipularlos. No me meto en explicar que la izquierda entiende los consejos en salud como parte de una "cultura heteropatriarcal normativa y capitalista" porque nos puede acelerar el ritmo cardiaco y subir la temperatura corporal por encima de lo indicado.

Así que, voy a desarrollar una vez más cuán de agradable y saludable es defender la libertad en estos términos. Frente a etiquetas y fobias, en este caso "gordofobia", la libertad de expresión, la libertad de creación y la libertad de existencia. La defensa del individuo y de su desarrollo personal, profesional, laboral y social en este mundo. La defensa de la diversidad de personas como diversidad de cuerpos y representación de todos ellos en nuestro espectro cultural. La diversidad como salud, sí, como cuerpos diferentes pero saludables, que no está reñido. Porque cuidarse en un mundo sedentario y con tentaciones culinarias a cada rato es difícil, pero no incompatible. Es una lucha, pero es nuestro bienestar, es nuestra salud, es nuestro futuro.

Porque defendemos la libertad, defendemos la diversidad de cuerpos saludables en un Madrid que construimos cada día y entre todos.

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