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Enrique Navarro

Afrontemos la realidad y optemos por la disuasión nuclear

Optemos por la disuasión nuclear, es más barata, más efectiva y todos viviremos un poco más tranquilos.

Zelenski en el Consejo Europeo celebrado este jueves. | EFE

La Unión Europea en su Consejo Extraordinario ha reconocido la realidad. Pero, como siempre, se equivoca en la solución. Si lo que se pretendía era asustar a Putin, esta noche el sátrapa estará más tranquilo. Zelenski no está solo, pero sigue creyendo más en el tahúr del Potomac que en el club de los poetas muertos.

¿Qué es lo que no ha decidido la Unión Europea que hubiera sido lo óptimo, que ya sabemos que es imposible en una Unión de veintisiete países de su padre y de su madre? Crear un fondo de Defensa asignado a la Agencia Europea de Defensa de 150.000 millones de euros para que un organismo comunitario comprara de forma eficiente lo más necesario para el conjunto. Otra solución más sólida hubiera sido emitir bonos de guerra, pero claro, esto de que los alemanes y los nórdicos pongan su solvencia al servicio de todos no parecía muy probable.

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¿Entonces qué se ha decidido? Que sea cada estado miembro el que decida lo que va a gastar y cómo. La Unión Europea facilita que no se apliquen los procedimientos por exceso de déficit, pero al final para un país endeudado como España, asumir más déficit o deuda, sea para lo que sea, podrá ser bienvenido en Bruselas pero pésimamente recibido en los mercados. También le permite a los estados beneficiarse de préstamos para inversiones militares que computarán como más deuda y que necesitarán de un mecanismo de gestión que, en el mejor de los casos, tardará meses en llegar. Asumir como un discurso propio de la Unión que los países miembros, gracias a la relajación de los controles, invertirán 800.000 millones de euros es un canto al sol.

¿Quién se va a beneficiar más de estos instrumentos? Pues sobre todo Alemania, que tiene más capacidad de endeudarse, más solvencia y además una industria potente. Francia, cuya economía, como la italiana, no están para muchos derroches, preferirá financiar el incremento vía presupuesto para no perjudicar su calidad crediticia.

¿Pero qué hará España, que es quien más debe incrementar su presupuesto? España para endeudarse y gastar más en Defensa, primero necesita tener presupuestos, y estamos muy lejos de que los presupuestos que podrían aprobarse por este gobierno vayan por la senda militarista. Podríamos dedicar los recursos para pagar la enorme deuda de los programas especiales de armamento, pero es que estos equipos ya los tenemos descontados del esfuerzo, pero lo pongo sobre la mesa para evitar tentaciones. No olvidemos que la Constitución señala, gracias a la modificación propuesta por Zapatero y asumida por el Partido Popular para evitar a los señores de negro que arreglaron a Portugal, Grecia e Irlanda, que lo primero que debemos pagar los españoles es la deuda, así que más deuda detraerá recursos de otros gastos.

El Gobierno cambia de criterio y acelerará la inversión en Defensa para llegar al 2% del PIB "lo antes posible"

A España no le va a quedar más remedio que incrementar el presupuesto del Ministerio de Defensa para recibir estos préstamos o beneficiarse de las reglas fiscales, y estamos hablando de que para llegar al 2% del PIB en 2030, un objetivo que ya parece superado por las necesidades reales, debe sumar cada año al presupuesto un 20% de crecimiento real, deducida la inflación. Si quiere ir más deprisa, pues más incremento. Votos no le van a faltar, pero no en su coalición. El Partido Popular debería considerar seriamente negociar con el PSOE los presupuestos, o si no, el adelanto electoral es una cuestión de seguridad nacional y europea.

Pero supongamos que el Gobierno saca adelante esta iniciativa de gasto. Es muy posible que cometamos un error monumental en su gestión. Europa y sus aliados no pueden embarcarse en un plan de rearme sin un programa común; es imposible abordar el rearme de Europa sumando capacidades y necesidades nacionales.

España sólo fabrica como productos propios munición, vehículos blindados, algo de artillería y todo tipo de buques. Sin embargo el grueso de nuestra industria aeroespacial y de misiles está en consorcios europeos. Si ponemos todo el dinero en el primer capítulo, pues tendremos exceso de algunas cosas y defecto de otras más importantes. Si abordamos el segundo, pues nos beneficiaremos en un porcentaje relativamente bajo, en función de nuestra participación en los consorcios internacionales. Por ejemplo, la necesidad más importante que se señala en las conclusiones es la defensa antiaérea y antimisil. En esta área, nuestras capacidades son casi cero. Esto significa que hay que establecer mecanismos de colaboración industrial para que nuestra industria participe en este tipo de programas, y eso llevará años. Así que deberemos comprar a MBDA casi todos los sistemas de defensa antiaérea. Lo mismo ocurre con los drones cuyos programas europeos tienen un enorme retraso. Nuestras capacidades de fabricación de munición están saturadas, no hay posibilidades de hacer mucho más sin la creación de nuevas plantas, lo que llevará años.

Del resto de capacidades que se señalan específicamente en el acuerdo del Consejo, solamente en la movilidad militar tenemos capacidades muy relevantes con los vehículos Piraña V y ASCOD, que ya están en uso en Reino Unido, Rumanía, Dinamarca, Letonia, Alemania y España. Tenemos morteros y artillería de 155 mm remolcada y autopropulsada que también es prioritario. Los vehículos Vamtac serán un complemento muy determinante en movilidad, y mucho material de campaña, pero poco más. Podríamos adquirir más Eurofighters pero no llegarían hasta dentro de unos años, y quizás ni siquiera tengamos suficientes pilotos.

Hay que entender que la Unión Europea es consciente de que estos programas tardarán, pero el objetivo inmediato es transferir a Ucrania todo lo que se pueda y reponer en unos años con estos nuevos fondos, así que no perdamos la vista que lo prioritario es enviar mañana material en uso a Kiev y luego hacer bien las cosas pensando a medio y largo plazo.

Pero hay decisiones que en estos momentos son muy difíciles de tomar y que dependen de cuáles sean los planes de Estados Unidos. Tenemos programas OTAN como el NAEW y MIDS y otros espaciales en los que los Estados Unidos son una pieza fundamental; si tuviéramos que reemplazarlos por productos europeos, el hándicap sería mucho mayor, y el coste y el tiempo se dispararían y en medio el gap sería peligroso. De todas formas agradezcamos al secretario de Estado, Marco Rubio que introdujera una resolución de los dos partidos en la Ley de presupuestos de Defensa, en diciembre de 2023, para que la salida de la OTAN de Estados Unidos requiera de votación mayoritaria de 2/3 del Senado. Rubio quería evitar que Trump presidente tuviera esta tentación, seguramente le acabará costando el puesto.

De todas formas conviene poner algunas cosas blanco sobre negro. Rusia tardaría años de economía de guerra en prepararse para una ofensiva sobre la Unión Europea, es decir sabríamos con mucha antelación a qué nos enfrentamos y cuándo. Rusia es consciente de que un ataque a Polonia, Finlandia o cualquier otro país solo sería militarmente posible si fuera apoyado en una estrategia nuclear, y a esta principal amenaza debemos dedicar los recursos. Si Francia y el Reino Unido con fondos de todos disponen de una capacidad de misiles tácticos y de media distancia con carga nuclear, entonces podemos tener la seguridad de que Rusia no se va a embarcar en ninguna guerra contra Europa. Si queremos evitar que nuestros jóvenes mueran en el frente y entrar en una economía de guerra que nos perjudicaría a todos, afrontemos la realidad y optemos por la disuasión nuclear, es más barata, más efectiva y todos viviremos un poco más tranquilos.

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