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AUTONOMÍA O REFERÉNDUM

DOCUMENTO: El Sáhara, en mitad de ninguna parte

El Sahara Occidental se encuentra "en mitad de ninguna parte", según expresión de un diplomático europeo, que definió así la división existente sobre la cuestión en el Consejo de Seguridad de la ONU.

LD (EFE) El máximo órgano de decisión de la organización internacional tiene hasta final de este abril -fecha en que expira el mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO)- para sacarlo de esa nada y colocarlo en algún punto del mapa político y diplomático.

Desde que Marruecos y el Frente Polisario firmaran en 1991 unos acuerdos de paz por los que se fijaba que el futuro del territorio se decidiría en un referéndum de autodeterminación, la cuestión del Sahara ha vivido "cómoda en el estatus quo", como afirmó un funcionario de la ONU, que prefirió no dar su nombre. "Es un asunto como el de Chipre, las partes están bien durante décadas en el estado presente de las cosas, donde ninguna de ellas gana o pierde", explicó. Pero quienes sí pierden, como siempre en un conflicto, son los ciudadanos, que sufren la división y las consecuencias del empobrecimiento que da la inestabilidad y la incertidumbre sobre un territorio que es rico en fosfatos y presumiblemente petróleo. EEUU compra la mayor parte de la producción de fosfatos a Marruecos, país con el que acaba de firmar una cuerdo de libre comercio, razón final por la que ha cambiado de posturay ha propuesto una autonomía bajo soberanía marroquí.

En su último informe, publicado hace unos días, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, afirmaba que "los aspectos humanitarios del conjunto de la situación que afectan al Sahara Occidental constituyen fuente de gran preocupación". En concreto, Annan mencionaba "los bajos niveles de comida en los campamentos de refugiados en el área de Tinduf" y "la detención de 1.362 prisioneros de guerra" en poder del Frente Polisario, de los que 916 llevan cautivos más de 20 años.

A principios del año 2000, el secretario general de la ONU decidió suspender el referéndum de autodeterminación, después de que se presentaran más de cien mil recursos al censo preparado por MINURSO. Annan se mostró cansado de que el referéndum sufriera retrasos una y otra vez desde febrero de 1992, lo que había tenido un costo para la comunidad internacional de 432 millones de dólares a febrero del 2000 y que ahora ronda los quinientos. Desde la suspensión del referéndum, Annan puso a su enviado personal, James Baker, a buscar una solución.

En febrero de este año dio al Consejo de Seguridad tres opciones para escoger: celebrar el referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui, conceder al territorio una autonomía sustancial, que no permite la independencia, o dividirlo. Marruecos, a quien el Frente Polisario acusa de ser el culpable de impedir el referéndum de autodeterminación, no quiere oír hablar de la opción de la división. El Frente Polisario rechaza de plano la autonomía sustancial y exige el referéndum, aunque no excluye la salomónica partición del territorio.

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