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Emilio J. González

Llega la recuperación

A lo largo de los últimos meses se han escrito ríos de tinta sobre la llegada o no de la recuperación económica, aunque esos ríos eran mucho menos caudalosos que los dedicados a los escándalos contables. Sin embargo, la reactivación de la actividad productiva no acababa de verse clara: unos datos decían que ya llegaba y otros indicaban lo contrario. Pero parece que, por fin, ya está aquí y con todos los certificados de garantía, empezando por el del propio Alan Greenspan, el presidente de la Reserva Federal estadounidense.

Greenspan acaba de decir ante el Comité de Bancos Norteamericano que la economía se recupera, y no sólo eso sino que también ha elevado la previsión de crecimiento para este año desde el 2,5%-3% hasta el 3,5%-3,75%. La economía mundial, que en medio de la grave crisis de confianza que azota a los mercados de valores de todo el planeta, estaba necesitada de buenas noticias ya empieza a tenerlas. Y es que la reactivación de la actividad productiva del gigante estadounidense es vital para que el resto de economías empiecen a transitar por la misma senda.

Los efectos del cambio de signo de la coyuntura estadounidense, además, ya están dejándose sentir en la Unión Europea, especialmente en España. El Conference Board acaba de dar a conocer el indicador adelantado de la evolución económica de nuestro país, que en mayo subió el 0,9% respecto a abril, confirmando que la recuperación también está en marcha aquí. Es más, el Instituto de Economía Mundial de Kiel, uno de los grandes centros de investigación económica de Europa y del mundo ha elevado la previsión de crecimiento del PIB español para este año, que ahora es del 2,7%, tres décimas por encima de la del Gobierno. El panorama, por tanto, empieza a ser mucho más optimista de lo que lo era hace unos meses.

Por supuesto, todavía se tiene que consolidar la recuperación y hay que ver también la fuerza que gana a partir de ahora el crecimiento. Pero lo cierto es que la crisis ha quedado atrás y probablemente los resultados de las empresas empezarán a mostrar en los próximos días que, efectivamente, es así, sobre todo si las cuentas están limpias del polvo y la paja que han terminado por transformarse en el barro de los escándalos contables. Ahora, ¿cuánto tiempo tardarán las bolsas en reflejar este nuevo escenario? El tiempo que les lleve a los inversores superar la crisis de confianza y darse cuenta de que hay empresas con las cuentas claras y saneadas que a los precios actuales son poco menos que una ganga.

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