La noche es muy mala y los que ven la tele a esas horas no son gente de fiar. Eso debe pensar Máximo Pradera y quien le hizo un contrato millonario en Antena 3 cuando han visto que la primera víctima de la guerra de las audiencias ha sido “Maldita la hora”, un programa que le ha salido carísimo a la cadena de Telefónica Media. La publicidad empleada en su lanzamiento fue desmesurada y lo único que consiguieron fue que el día del estreno tuviera un magro 17 % de cuota de pantalla. Y ha habido días que no llegaba al 10%. Con esa ad-hesión popular, que lo único que ha conseguido ha sido reforzar las posiciones de las “Crónicas marcianas” de Javier Sardá, es comprensible que lo hayan retirado.
“Maldita la hora” ha sido un fracaso sin paliativos, mayor si cabe que el que cosechó Jesús Vázquez con “La central”, porque nadie espera grandes cosas del figurín mercenario, pero a Máximo Pradera se le suponía con mayor calado. Él llegó de Canal Plus con cierta fama, y cuando quiso ofrecer sus gracias al público en general, sin codificador que le marque el territorio, se encontró con que a la audiencia se la traía al fresco. En las tres semanas que ha durado ha tenido momentos patéticos, pero ya se sentenció el primer día en compañía de Victor Manuel, Ana Belén y el hermano de Lorenzo. Dicen que el programa se convertirá en semanal, cuando deberían decir que sacarán a Pradera una vez por semana, porque del programa poco se puede aprovechar.
Antena 3 ha anunciado que el primer caído en la guerra de las audiencias va a ser enterrado por otra guerra, esta vez comandada por Ernesto Sáenz de Buruaga. El superjefe de informativos de la cadena estará a nuestra disposición todas las noches con “Diario de guerra”, un programa que durará lo que la actualidad y los corresponsales den de sí, que no sé si será para tanto. La mayoría de los desplazados suelen tener más dificultades para enterarse de lo que está ocurriendo en la zona del conflicto que los que estamos en casa, pero cuestan tanto dinero que de alguna manera habrá que amortizarlos. Como salida de urgencia, “Diario de guerra” cubre un hueco, pero no creo que sea una solución para las noches de Antena 3 tener de guardia permanente a Ernesto. Estaría mejor Juan Ramón Lucas, al que también le tiembla la silla.
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