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Chacón, desguarnecida

En términos OTAN, simplemente Retamares sobra y Torrejón no es necesario. En términos nacionales, Torrejón no compensa el cierre de Retamares, y pone de manifiesto la pérdida de peso de la España de Zapatero y Chacón.

Como venimos comentado desde hace tiempo, la estructura de la OTAN es poco operativa, y responde más a las necesidades políticas cortoplacistas de cada gobierno que a las necesidades operativas reales de la Alianza. Durante la época de vacas gordas no había problemas en mantener centros duplicados, pero la crisis obliga a meter la tijera. En la cumbre de Lisboa de noviembre de 2010 –la de los problemas de Zapatero para encontrar su sitio en la fotografía oficial– se decidió reducir el número de cuarteles de mando, potenciando los únicos mandos estratégicos imprescindibles tras Norfolk y Mons: Brunssum y Nápoles, más los mínimos dependientes. A partir de ahí, cada país ha tratado de salvaguardar sus propios intereses: los países con mayor peso internacional los han mantenido, perdiéndolo los que en los últimos años han reculado en la Alianza. Es el caso de Retamares.

En nuestra opinión, para la OTAN deshacerse de Retamares y otros centros es una buena noticia –aunque estrictamente sólo se haya desplazado a Turquía, junto con el de Heidelberg–, aunque para España era un pequeño triunfo, consecuencia en 1999 de la firmeza y fiabilidad de la España de Aznar en las relaciones con los aliados. Pero en la Alianza, la caída en desgracia española no es ningún secreto. La salida en 2004 de las tropas españolas de Irak fue el inicio, que ha continuado con las largas dadas por Zapatero y Chacón a un aumento de la presencia española en Afganistán, la retirada de Kosovo o el abismo con la Casa Blanca. España no cuenta, y por eso el tijeretazo se ha cebado en nuestro país.

Se ponga Chacón como se ponga, el CAOC de Torrejón es un premio de consolación por haber perdido el pez gordo de Retamares. Primero, porque no es nuevo, sino que data también de la era Aznar, 2001. Es verdad que lo que se hará es potenciarlo aprovechando las instalaciones ya existentes. ¿Es un salto "cualitativo" como dice Chacón? Se supone que Torrejón contará con más militares que ahora, 185. Pero serán en cualquier caso menos de la mitad que los 400 de Retamares. Se supone que aumentará su capacidad de control a todo el sur de Europa, hasta Turquía. Pero nadie en su sano juicio puede creer que las operaciones en aquella zona se dirigirán desde aquí y no desde las bases más cercanas, en Italia y Alemania.

Y en segundo lugar, en términos de simple interés económico, la potenciación del centro de Torrejón no compensa en absoluto la perdida de Retamares. Como han publicado determinados medios, la inversión OTAN aquí para 2011 era de 8.700 millones de euros. Más de 18.000 millones era el beneficio económico obtenido del personal allí desplazado, y 13.226 el ahorro para el Ministerio de Defensa del personal allí adscrito. El CAOC de Torrejón no tendrá la misma movilidad de personal, ni de gasto o inversión. Pese a lo que se dice, Poggio Renatico continuará plenamente operativa, salvo alguna función externalizada.

En términos OTAN, simplemente Retamares sobra y Torrejón no es necesario. En términos nacionales, Torrejón no compensa el cierre de Retamares, y pone de manifiesto la pérdida de peso de la España de Zapatero y Chacón. A modo de ejemplo, la firmeza del Gobierno de Portugal mantiene Lisboa como uno de los mandos, marítimo, del que saca partido. Lo que hace en virtud de sus intereses nacionales. Los nuestros, el mediterráneo, siguen estando desguarnecidos. Como Chacón ante Rubalcaba.

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