Arzalluz afirma que sin autodeterminación no habrá paz. Es la más rastrera de las tesis: la paz de Arzalluz es la cesión al chantaje terrorista. La claridad con la que ha expresado esta vergonzosa y totalitaria estrategia nacionalista sólo debería servir para que el PSOE reparara en lo fundamental: que las diferencias que busca con el PP no pueden estar en la defensa de las libertades ciudadanas y de la Constitución, que es la ley que nos hace ciudadanos.
Ibarretxe afirma que el Pacto de Estella ha sido un fracaso. Pero concibe el fracaso en lo que se refiere a las relaciones del PNV con EH y ETA. Pactaron un acuerdo con la banda y volvieron a matar. Pactaron una legislatura con su brazo político y no quisieron separarse de los asesinos. Mas no es esa la cuestión que la sociedad y el resto de partidos deben plantear y demandar al Gobierno vasco. Lo importante es la tesis que subyace enb la fracasada estrategia de Estella. Insisto siempre en ello, porque parece que se olvida: se trata de algo mucho más próximo a lo afirmado por Arzalluz: que la violencia es consecuencia de un conflicto político precedente que debe ser resuelto mediante la negociación como camino para la desparición de aquella. Es el chantaje revestido de falsedad y confusión..
No hay, al menos por el momento, dos tesis. Y si uno se fija sólo hay una cara que hace, según con quién, gestos distintos
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