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Isabel Durán

Del cáncer a las sedaciones masivas

Seguro que si a Z o a Pepiño se les pone mala la suegra no la llevan a Leganés bajo la supervisión de Montes. O sí, dependiendo de lo hartos que estén de ellas, pero siempre que después incineren rápidamente sus restos.

Necesita el Partido Socialista montar la de San Quintín con los obispos a toda costa o, en argot zapateril, "como sea". Urge calmar el escozor de su desconfiado electorado por el batacazo económico masivo de las economías más desfavorecidas y de las más endeudadas, de los mileuristas jóvenes (y no tanto), de los inmigrantes abocados al paro y, en fin, de las clases medias o de los escarmentados de la movida de los sms del 11 al 14- M que, a falta de un mes para las elecciones, le dan la espalda. Moncloa parece una jaula de grillos con ataque de histeria y Ferraz está al borde del soponcio. Buena muestra de ello son sus detritus de precampaña, el sórdido vídeo del cenizo del cáncer popular que se han visto obligados a retirar o los injuriosos vituperios anti-comunidad de Madrid que agazapan indisimuladas elegías pro-eutanásicas.

Vuelve la manipulación a granel. Empecemos por el caso de las urgencias del hospital madrileño Severo Ochoa. Al jefe del servicio, Luis Montes, sólo se le relevó del cargo de coordinador, de libre disposición, pero siguió trabajando de anestesista. Parece como si la Comunidad de Madrid lo hubiera expulsado y maltratado. Pues no solo no ocurrió, sino que el propio Montes recurrió su destitución a los tribunales, que en sentencia firme le han dado la razón a la Consejería de Sanidad. Es más, las denuncias contra Montes no sólo provinieron de la administración madrileña sino que la ministra Elena Salgado también envió su querella a la fiscalía. Y Zapatero todavía tiene la cara dura de exigir a Rajoy responsabilidades por lo mismo que hizo su subordinada.

Lo cierto es que un primer informe que alertaba de posibles sedaciones irregulares fue enviado a los juzgados de Leganés y, posteriormente, once peritos del Colegio Oficial de Médicos de Madrid concluyeron en otro dictamen que existieron "múltiples sedaciones dudosas". Al no poderse practicar autopsias, el caso fue archivado puesto que no existían pruebas suficientes. Ese es el quid de la cuestión. Por ello, la Audiencia, con sus dos jueces pro eutanasia, han avalado el auto de archivo eliminando la referencia a la "mala praxis" médica. Sencillamente carece de "trascendencia penal" al no poderse "probar la relación causal por la imposibilidad de exhumar los cadáveres". ¿Es eso eximir de responsabilidad al anestesista sedador que brinda ahora con champán? De la brutal manipulación del asunto deberán rendir cuentas los troleros gubernamentales y los pepiñazos.

Seguro que si a Z o a Pepiño se les pone mala la suegra no la llevan a Leganés bajo la supervisión de Montes. O sí, dependiendo de lo hartos que estén de ellas, pero siempre que después incineren rápidamente sus restos. A lo mejor a algún familiar le sale un cáncer y entonces será automáticamente un cenizo del PP. A un mes de las elecciones, el partido del Gobierno no tiene un pase. Zapatero y su cohorte han perdido el norte. Entre tanto, ¿acaso piensan que Mariano Rajoy no tiene otra cosa que vender más que entrar a su burdo y maloliente trapo de la mitra y la dictadura? Desde luego, por ese camino la llevan clara. ¡Van a acabar en urgencias!

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