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Correrá la sangre

Si los nacidos a finales de los setenta y principios de los ochenta, que son los de los confines de la ciudadanía librada del horror estético de Naranjito, se unen a los de Verano Azul, es de temer que en 2014 empiece a correr la sangre en España.

LaPiedra dijo el día 25 de Julio de 2009 a las 08:55:


Comparto la proyección para el futuro. Con tres matices: primero, se olvida de los derrotados de esa generación que salieron al campo de batalla dejando el biberón atrás en sus primeros veinte –que también los hubo jabatos- es un grupo interesante porque su fracaso de recambio en el impulso económico/empresarial es otro síntoma del pacto cerrado de la ‘Transición-al- cataclismo’, tal vez sea largo de explicar aquí, pero baste con señalar que los jóvenes triunfadores hoy no son esos esforzados, por el contrario lo son los herederos de la plaza ocupada en el caladero del dinero público por sus predecesores aparecidos en los Pactos de la Moncloa/ Monipodio. Toda una casta de súper empresarios –je- sin un éxito real en su palmarés. También en esto hay un corte clarísimo entre modelos pre y post 78…entre el veterano empresario creador de riqueza y los trileros del circuito de malversación del dinero público a todos los niveles territoriales.

El segundo matiz es que no es imposible –incluso probable- que no haya reacción, o sea, que al estilo de la sociedad comatosa argentina, el punto más bajo no sea de rebote sino la nueva morada de toda la nación. Un destino aciago del que no poder escapar, en el futuro próximo al menos. Una sentencia sin recurso. Y como los llorones porteños todo se ventile con tonadillitas amargas y cinismo a raudales. En tal circunstancia, de haber lucha, no será por la regeneración si no por la competencia para ‘institucionalizarse’ en los privilegios reservados a la casta parásita…de ser éste el escenario, lo que posiblemente ocurra es que convivan dos países en paralelo, el ‘oficial’, de cartón piedra y el real, de supervivientes sin futuro, unos y otros descreídos, sin respeto ni acatamiento a las leyes. Es el momento en el que la ‘neolengua’ orwelliana es adoptada por todos…Se hablará de pensiones y unos y otros sabrán que son ficción…. Se hablará de justicia social y todos sabrán que es el penúltimo timo etc.

Yo creo que ese compost de residuos son los óptimos para un perfil como el de Rajoy. Un genuino representante de los valores de la sociedad occidental pre-nihilista se estremecería revolviéndose furioso contra el estado actual de las cosas, pero Rajoy no. Rajoy es, al igual que ZP, un hombre de su tiempo, no son casualidades, ambos son resultados, productos, consecuencias. Rajoy prosperará bien, como ZP. Su tolerancia y panfilismo hacia el estado de descomposición lo aclimata y lo custodia. Uno y otros son hidras alimentadas precisamente con los mismos nutrientes. El tercer matiz.