Esta semana se han cumplido los pronósticos de lo que todo el mundo esperaba. El Atlético de Madrid es un poco más favorito cada jornada que pasa y ya está a tres victorias de conseguir el objetivo de ganar la Liga. Su victoria ante el Elche demostró que sigue compitiendo muy bien, que es un equipo muy sólido. Quizás le costó ganar más de lo normal porque jugó pensando en Europa, en una semana crucial ante el Chelsea. Es normal que pese la responsabilidad de todo lo que viene y se le atragantó un poco el Elche. Ya estamos acostumbrados a ver al equipo ilicitano muy organizado, muy serio, y el Atlético tuvo dificultades que al final resolvió a balón parado.
Al igual que a los rojiblancos, al Barcelona también le costó ganar. Pero en este caso es más normal. Jugaba contra el Athletic, el cuarto clasificado de la Liga, un equipo que viene jugando muy bien y que está peleando por estar en la Champions. Como se demostró, no era fácil para el Barça y sufrió para llevarse la victoria ante un muy buen equipo.
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Precisamente, los vizcaínos están peleando por esa cuarta plaza con el Sevilla, que aprovechó su derrota con una goleada contundente ante el Granada. Probablemente, el equipo sevillano es el conjunto más en forma de de la Liga. Ha llegado muy bien al tramo final del campeonato y lo está demostrando en los últimos partidos.
Si el Sevilla ha llegado en un gran momento a los últimos partidos, lo mismo se puede decir del Rayo Vallecano. Los madrileños han llegado muy fuertes a estas últimas jornadas y han cimentado la permanencia en los últimos dos meses de competición. Contra el Betis, ganaron con mucha solvencia para cerrar prácticamente la permanencia y dejar a los sevillanos con el descenso casi certificado.
La derrota en Vallecas ilustra lo que ha sido la temporada en los verdiblancos, nada ha salido de cara en el año y todo han sido adversidades. La imagen de Paulao refleja a la perfección el ánimo del equipo. Cometió un par de errores que le costaron la derrota y acabó pidiendo el cambio porque no le estaba saliendo nada. La situación del Betis, simbolizada en esa imagen, despierta la pena por un equipo que ha sufrido durante toda la temporada.
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Los béticos afrontan con demasiadas obligaciones los partidos que restan, aunque su descenso todavía no es matemático con el partido aplazado entre el Valladolid y el Real Madrid. La jornada deja muy tocado al Almería, después de la derrota ante el Celta, y los empates de Osasuna y Getafe no les sacan de apuros. Posiblemente, ambos merecieron más y ahora se enfrentan a un calendario complicado. Getafe, Elche, Osasuna y Valladolid siguen remando por no caer en los últimos tres puestos. Lo que está claro es que todavía queda mucha emoción.