Ángeles Domínquez, presidenta de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M, ha intervenido hoy en el Congreso, en el marco de la tramitación de la Ley Integral de Víctimas.

Allí, ha dicho a los diputados lo que parece que ningún partido político se atreve a plantear.

Les ha recordado que la memoria, la dignidad y la justicia están muy bien, pero que el presupuesto necesario para las tres es la verdad. Sin ella - sin la verdad - no puede haber memoria, ni dignidad, ni por supuesto justicia. Y seguimos sin conocer quién cometió el atentado del 11-M.

Les ha recordado que el Ministerio de Interior lleva meses obstruyendo las investigaciones que un juzgado de Madrid realiza, en el marco de la querella que la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M ha presentado contra dos mandos policiales, por los presuntos delitos de falso testimonio y manipulación de pruebas.

Les ha recordado que hace ya meses que envió a todos los grupos parlamentarios una carta pidiendo ayuda para desbloquear las investigaciones, sin que nadie se haya dignado a responder a esa asociación que representa a más de 600 víctimas de la masacre.

No esperen ustedes ver la noticia en muchos medios. La mayoría de ellos silenciaran la intervención de Ángeles Domínguez, como vienen silenciando, desde hace años, cuanto al 11-M se refiere.

Al igual que la mayoría de los grupos políticos de la cámara, si no todos, harán oídos sordos a la petición de ayuda de Ángeles Domínguez.

Aunque con ello sólo consiguen que ese atronador silencio, ese olímpico desprecio, les manche un poco más a ellos cada día que pasa.