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Marcel Gascón Barberá

Venezuela, Día D

La Venezuela que quiere ser libre tuvo este miércoles su Día D, de la mano de un comandante tan inexperto como valiente e inteligente.

Dice la Wikipedia que, además de la jornada en que comenzó el Desembarco de Normandía, Día D es la expresión que utilizan los militares anglosajones para indicar "el día en el que se debe iniciar un ataque o una operación de combate". La Venezuela que quiere ser libre tuvo este miércoles su Día D, de la mano de un comandante tan inexperto como valiente e inteligente.

Pese a la represión del régimen, que volvía a dejar varios muertos, cientos de miles de venezolanos llenaban plazas y calles en ciudades de todo el país. El pueblo había respondido, y las manifestaciones de apoyo a Juan Guaidó habían sido todo un éxito, aunque el acto central en Caracas recordaba demasiado a tantas y tantas marchas estériles que valieron para copar portadas en todo el mundo pero fueron incapaces de descolocar a Maduro.

Un sinfín de oradores llenaba de eslóganes manidos la avenida llena de gente. Los manifestantes comenzaban a aburrirse, y la fuerza de otra movilización épica se diluía poco a poco en la masa acéfala que se amontonaba en la tribuna.

Y entonces salió Guaidó. Los insulsos oradores dieron un paso atrás, y al presidente del Parlamento le pusieron el atril con el escudo de Venezuela. También estaba flanqueado por cuatro banderas, y alguien advirtió en Twitter que estaba usando los símbolos presidenciales. Las formas no tardaron en completarse con el fondo. Ante la multitud conmovida, invocando la Constitución y en abierto desafío al presidente ilegítimo Maduro, Guaidó asumió formalmente la Presidencia interina de la República.

La Avenida Francisco de Miranda y el trecho que había lleno de la Libertador reaccionaron con júbilo a su juramento. Los manifestantes entonaron el himno nacional, y a partir de ahí se desencadenaron las reacciones. Estados Unidos fue el primero en reconocer a Guaidó como nuevo presidente. Después vino Canadá, y le fueron siguiendo Brasil, Paraguay, Argentina, Colombia, Chile, Perú, Guatemala y Panamá.

Algunos apoyos, como los de Estados Unidos y Canadá, fueron inmediatos, y es natural pensar que todo estaba coordinado. Por eso es especialmente grave la reacción tardía (y vaga) de la Unión Europea, que no garantizó el respaldo previo que Guaidó necesitaba para dar el paso. Bruselas, pero también países como España, Italia y Portugal, que tienen allí cientos de miles de ciudadanos, asume así un triste papel de comparsa.

Aunque ya es el único presidente para la América libre, Guaidó no controla a los militares ni a la Policía, que de momento siguen al mando de Maduro y son leales a la dictadura. Por eso son imprescindibles medidas internacionales concretas contra Maduro y a favor de Guaidó. Además de reconocer al hasta ahora presidente del Parlamento como jefe del Estado, Trump se ha mostrado dispuesto a "continuar utilizando todo el poder económico y diplomático de EEUU para restaurar la democracia venezolana".

Fuentes de la Casa Blanca han dicho a CNN que Washington se plantea prohibir la compra de petróleo venezolano si Maduro responde con más represión a la proclamación de Guaidó. El petróleo que EEUU le compra a Venezuela supone hoy en día la principal fuente de ingresos legal del régimen chavista, que perdería una fuente vital de financiación de cerrársele esta vía.

Quizá por temer esta y otras represalias económicas, y aunque su Tribunal Supremo de Justicia ha emitido la sentencia que lo permite, Maduro aún no ha mandado detener a Guaidó, aunque quizá el desastre financiero ya sea una realidad para la tiranía.

Los que siguen son dos tuits del economista Francisco Rodríguez, que es asesor de varios tenedores de bonos venezolanos y conoce bien el mundo financiero estadounidense:

Por otra parte, Maduro ha respondido al reconocimiento de Guaidó en Washington declarando rotas las relaciones con EEUU. Los diplomáticos estadounidenses, ha dicho el dictador, tienen 72 horas para abandonar Venezuela, pero Guaidó ha emitido después un comunicado en el que insta a todas las embajadas a desoír cualquier orden del poder ilegítimo que encabeza Maduro. La situación ofrece a EEUU una excelente oportunidad para materializar su reconocimiento de Guaidó manteniendo a sus funcionarios en Caracas.

Pase lo que pase, las cosas no volverán a ser lo mismo en Venezuela después del exitoso órdago a Maduro que ha supuesto este Día D. El régimen chavista ha sufrido su mayor desafío tanto dentro como fuera de sus fronteras y el desenlace no admite término medio. Como ha declarado a Libertad Digital el comentarista de Caracas Chronicles César Crespo, "o el régimen implosiona o se acaba de convertir en una dictadura comunista al estilo norcoreano".

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