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Pedro de Tena

O el PP andaluz aclara si Vox o PSOE o será invotable

Cómo asegurar la mayoría de una derecha regeneradora, liberal y desacomplejada en Andalucía y en España.

Cómo asegurar la mayoría de una derecha regeneradora, liberal y desacomplejada en Andalucía y en España.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. | Joaquin Corchero / Europa Press

Da un poco de grima hablar de elecciones en Andalucía con la que está cayendo sobre las vidas ucranianas y la calidad de la democracia española. Lo de Putin y sus asesinatos, sus planes de invasión, sus chantajes a todo el mundo democrático, sus aliados inquietantes –desde Venezuela a Chile, pasando por los podemi-separa-Eta en España– y sus amenazas sobre una hecatombe universal debería ocupar la primera plana, junto a la valentía y resistencia de los ucranianos, la miseria moral de la OTAN y de la UE, la astucia del gato chino que cazará ratones y la creciente oposición de parte del pueblo ruso a esta descabellada guerra.

Igualmente, la calidad y futuro de la democracia española, traicionada por Pedro Sánchez con sus pactos antinacionales con separatistas y terroristas, el inicuo y rastrero comportamiento de la fiscal general del Estado, la situación insoportable de los precios de la energía, de la deuda externa, las agresiones constitucionales durante la pandemia, la debilitación del primer partido de la oposición perpetrada por sí mismo y otros desastres son los que deben ocupar, y lo hacen según qué medios y canales, las páginas relevantes de nuestra sección nacional.

A pesar de todo, tras lo ocurrido en Castilla y León, donde finalmente triunfó no el sentido común o el sentido moral sino el instinto de poder, hay que preguntarse qué va a pasar en Andalucía cuando el dúo boquerón, Moreno-Bendodo, decida convocar las elecciones. Está claro que la importancia de su desenlace será nacional porque acercará, o no, la posibilidad de que la nueva derecha española consiga gobernar. Que lo haga o no para detener el deterioro creciente de España es harina de otro costal. Ojalá.

Recuerden marzo de 1996. Ganó el PP de Aznar por 300.000 votos al PSOE de González y dudó menos de medio minuto en pactar con el separatismo encubierto del ratero Jordi Pujol pese a las condiciones ominosas que impuso. ¿Para hacer qué? Pues se hizo algo esencial como la derrota policial de ETA, la recuperación del empleo y la ampliación del papel de España en Europa, pero no se puso freno al separatismo, ni se dio la batalla cultural –con excepciones–, ni se aseguró una reforma educativa, ni se acabó con la corrupción (la ajena y la propia) ni… otras cosas decisivas.

¿Por qué el pacto tan veloz con Pujol entonces y el tan oportuno con Vox de hace unos días en Castilla y León, y tantas dudas para el pacto en Andalucía con el mismo Vox, una costilla desgajada del cuerpo del PP por la anomia de un Rajoy inútil e incierto?

La realidad entrevista en todas las encuestas, sondeos y electopaneles es que el Ciudadanos de Juan Marín, a pesar de la liquidación de Teolobo en la cúpula del PP, que le ha devuelto el ascensor del futuro que perdió, sólo obtendrá unos pocos escaños –o ninguno–. Es decir, la repetición de la coalición de gobierno PP-Cs será imposible. Por tanto, Moreno y Bendodo sólo podrán formar Gobierno si pactan con Vox… o con el PSOE.

El caso es que, en esos mismos ejercicios demoscópicos, cuanto más tiempo pasa, más retrocede el PP (veremos cómo le afecta la reyerta Casado-Ayuso, que tendrá sus repercusiones internas, y la novedad Feijóo) y más asciende Vox. Sobre un total de 109 diputados andaluces, el PP ya estaba debajo de los 40 (bajando desde 50) y Vox por encima de los 20 (subiendo desde 12) en el Día de Andalucía del pasado 28 de febrero. Y eso, tómese nota, sin el zapateado de Macarena Olona en el tablao andaluz, que ya se verá.

La nunca desmentida inclinación de la dirección del PP andaluz, teatral o no, por jugar la baza del apoyo socialista produce una incertidumbre esencial. ¿Serán capaces Moreno y Bendodo de ignorar la realidad política de Vox y alinearse con un PSOE que no levanta cabeza ni con el comunismo de acólito, con el PSOE de la tela de araña, del Sánchez podemi-separa-Eta, de los ERE, del atraso económico, de la Administración paralela y la degeneración democrática andaluza? Pues tendrán que decirlo antes de las elecciones, y decirlo alto y claro porque la duda prende.

La duda, óigase, no sólo ofende, sino que ofusca. Ofusca tanto que el PP andaluz puede estar dando pasos hacia la consideración de partido invotable. Sí, invotable, porque muchos paisanos se preguntan, nos preguntamos ya, si, para asegurar la mayoría de una derecha regeneradora, liberal y desacomplejada en Andalucía y en España, no será más práctico votar a un Vox claro y distinto, pese a las calumnias (antes, las mismas, dirigidas al PP del dóberman del PSOE) y a sus torpezas, que sea la fuerza determinante del tándem, alejando así las tentaciones antinatura de un PP turbio e inquietante. Tic-tac. Tic-tac.

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