LD (EFE) Fuentes del Departamento de Defensa y del Departamento de Estado han condenado este sábado la agresión y afirmaron que EEUU mantiene un "contacto estrecho" con las fuerzas de Corea del Sur para analizar lo sucedido y estudiar sus consecuencias. Fuerzas navales norcoreanas atacaron el sábado a una patrullera de Corea del Sur, lo que causó la muerte de al menos 4 marineros y heridas graves a otros 19.
"Este acto provocativo por parte de Corea del Norte -dijo el general estadounidense Leon LaPorte- es una seria violación del acuerdo de Armisticio", que puso fin en 1953 a la Guerra de Corea. El militar, quien precisó que el ataque "puede tener serias implicaciones en varias áreas", está al mando de un contingente de 37.000 soldados estadounidenses estacionados en Corea del Sur, como fuerza de disuasión.
El general estadounidense no ha precisado qué tipo de implicaciones pudieran derivarse del incidente, pero señaló que ha pedido una reunión con las autoridades de Corea del Norte, con el fin de Aclarar la situación. Cabe recordar que el Gobierno de su país mantiene unas tensas relaciones diplomáticas con Corea del Norte, un país que el presidente George Bush incluye en lo que ha denominado "eje del mal" y figura entre las naciones que más preocupan a Washington, por su gran potencial de armamento.
"Este acto provocativo por parte de Corea del Norte -dijo el general estadounidense Leon LaPorte- es una seria violación del acuerdo de Armisticio", que puso fin en 1953 a la Guerra de Corea. El militar, quien precisó que el ataque "puede tener serias implicaciones en varias áreas", está al mando de un contingente de 37.000 soldados estadounidenses estacionados en Corea del Sur, como fuerza de disuasión.
El general estadounidense no ha precisado qué tipo de implicaciones pudieran derivarse del incidente, pero señaló que ha pedido una reunión con las autoridades de Corea del Norte, con el fin de Aclarar la situación. Cabe recordar que el Gobierno de su país mantiene unas tensas relaciones diplomáticas con Corea del Norte, un país que el presidente George Bush incluye en lo que ha denominado "eje del mal" y figura entre las naciones que más preocupan a Washington, por su gran potencial de armamento.