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Marín propone utilizar las lenguas cooficiales en el Congreso con traducción inmediata

El presidente del Congreso, Manuel Marín, expuso este martes formalmente a los grupos parlamentarios su criterio para permitir el uso "escueto" y puntual de las lenguas cooficiales en las sesiones plenarias, siempre que de inmediato se traduzca oralmente al castellano. Marín expuso este asunto después del enfrentamiento que mantuvo la pasada semana con Joan Tardá cuando este diputado de ERC formuló su pregunta en catalán, no la tradujo y el presidente le retiró la palabra. El PP cree que es mejor esperar a que se apruebe el nuevo Reglamento que se está negociando.

L D (Europa Press) Con la lectura de un escrito de dos folios, Marín fijó formalmente el criterio de la Presidencia sobre el uso de lenguas distintas al castellano, expresando su disposición a aceptar el uso puntual y "escueto" de los idiomas cooficiales en las sesiones plenarias, preferentemente limitado a las intervenciones iniciales, a condición de que lo dicho se traduzca oralmente al castellano para que pueda constar en el Diario de Sesiones.
 
El presidente de la Cámara advirtió de que, "la inobservancia por parte del diputado interviniente de este criterio causará la pérdida del turno o el decaimiento de la iniciativa, según los casos". En ese sentido, la polémica podría seguir abierta en las sesiones de control al Gobierno, donde ERC ya anuncia que preguntará en catalán sin traducir, al entender que la Cámara ya conoce el enunciado escrito en castellano en el orden del día. Marín no acepta esta vía, alegando que lo que registra la Mesa del Congreso siempre es en castellano y que no basta con remitirse a dicho trámite. Según explicó, esta exposición formal de su criterio no sienta precedente para la Cámara, ya que no tiene rango de resolución de la Presidencia, ni de norma de procedimiento, ni de acuerdo de la Mesa. Tampoco tiene que ver, sostiene, con el futuro Reglamento, actualmente en proceso de revisión.
 
No obstante, el PP se quejó de la iniciativa de Marín, pues considera que lo que ofrece el presidente se basa en una "interpretación excesiva" de las normas de la Cámara que ya se venía practicando, y no le gusta que ahora se pretenda fijar por escrito cuando está en marcha una reforma del Reglamento del Congreso. "Lo prudente y lo sensato es esperar", aconsejó. El portavoz del Grupo Popular, Eduardo Zaplana, hizo un "llamamiento al sentido común" para que, en estas cuestiones, "no se vayan las cosas de las manos" y no se planteen como hechos consumados, ni como conquistas por parte de las minorías. "Hemos avisado suavemente al presidente de que no empiece a establecer normas por escrito, porque a lo mejor nos fuerza a protestar formalmente, a exigir informes y el cumplimiento del Reglamento y de la Constitución", advirtió en la rueda de prensa posterior.
 
Zaplana cree que Marín está enfadado
 
Zaplana vinculó esta decisión de Marín con el acuerdo que anunciaron el PSOE y el PP para reactivar antes de Semana Santa la reforma del Reglamento, y en el que en principio no se contempla el uso de lenguas cooficiales en la Cámara Baja. Llegó a insinuar que tal vez el consenso entre los mayoritarios ha "enfadado" al presidente. El dirigente 'popular' destacó que hasta ahora su formación no ha protestado por que Marín haya venido aplicando de facto esta fórmula en las últimas semanas, pero se mostró en contra la misma porque, a su juicio, puede ser el inicio de "una escalada que no se sabe a dónde conduce" y vulnerar los derechos de los diputados que "no tienen por qué conocer las lenguas cooficiales".
 
Los nacionalistas, por su parte, reclamaron más flexibilidad a Marín. Así, el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, ve el criterio de la Presidencia como un "límite" para un uso normal de las lenguas cooficiales, pues considera que la interpretación del vigente Reglamento ya posibilita el uso puntual de idiomas distintos del castellano, con la traducción correspondiente. Por ello, pidió a Marín "la máxima permisividad" y además expresó su deseo de que la reforma reglamentaria tenga como objetivo ir más allá, hasta la plena normalización de la pluralidad lingüística.
 
Joan Herrera, portavoz de IU-ICV en el Congreso, también exigió "flexibilidad" al presidente del Congreso. Así, explicó que había planteado a Marín en la Junta de Portavoces que los diputados se puedan expresar en las distintas lenguas cooficiales, bien con traducción o sin ella cuando las preguntas ya estén escritas al haber sido registradas. Además, calificó de "paradójico" que en alguna ocasión se haya utilizado el latín en la Cámara sin que se haya traducido y, sin embargo, se pida la traducción cuando se utiliza el vasco, el catalán o el euskera.
 
ERC ve un "avance sin retorno"
 
Desde ERC, Joan Puig se felicitó por el escrito de Marín al considerar que, "por primera vez después de 25 años", el Congreso acepta por escrito el uso de las lenguas cooficiales. "Es un avance muy importante, sin retorno", proclamó. En su opinión, "la resolución" del presidente permite el uso puntual de las lenguas distintas del castellano, como se venía utilizando, y dijo confiar en que el PSOE y el PP no lleguen a un acuerdo "antidemocrático" para "prohibir" en el nuevo Reglamento lo que ahora se fija por escrito. Es más, ERC cree que es momento de avanzar en la misma línea. "Vamos a seguir insistiendo para lograr lo que es la normalidad", anunció.
 
Desde el PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba no ve "llamativa" la iniciativa de Marín, del que destacó su "flexibilidad" y "sentido común", si bien recalcó que es una "solución transitoria para que todo el mundo sepa a qué atenerse", ya que habrá de ser el nuevo Reglamento el que trate de dar una solución definitiva a esta polémica del plurilingüismo.

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