(Libertad Digital) Es costumbre entre los miembros de ETA boicotear los juicios o las comunicaciones de procesamiento que les afectan con comportamientos vandálicos. Buscan que les echen de la Sala y cobrar protagonismo. Este lunes, Ignacio Javier Bilbao, terrorista del grupo “Bakartxo” de ETA ha dado un paso más cometiendo un nuevo delito para su expediente. Poniendo la mano como si sostuviera una pistola y apuntando hacia el juez Baltasar Garzón, le ha amenazado: “en cuanto pueda voy a acabar contigo”.
Según informaron fuentes jurídicas citadas por la agencia EFE, cuando el juez, tras notificarle, al igual que a los otros seis supuestos miembros del comando, su procesamiento por el asesinato del concejal socialista Juan Priede, le indicó que se podía retirar, Bilbao se quedó de pie frente a él y lanzó la amenaza.
El juez Garzón, a petición del fiscal Pedro Rubira, también presente en la comparecencia, ha deducido testimonio a Bilbao por estos hechos, que podrán ser constitutivos de un delito de amenazas terroristas. Este episodio avala la teoría sobre la necesidad de que los terroristas cumplan íntegras sus penas.
Bilbao, al igual que sus compañeros de grupo terrorista -Unai Bilbao Solaeche, Pedro Cano Hernández, Gregorio Escudero Balerdi, Ekaitz Aramendi Urteaga y Eider Ijurco Ruiz- se negó a declarar en relación con su procesamiento como autor del asesinato de Priede el 21 de marzo de 2002.
Según informaron fuentes jurídicas citadas por la agencia EFE, cuando el juez, tras notificarle, al igual que a los otros seis supuestos miembros del comando, su procesamiento por el asesinato del concejal socialista Juan Priede, le indicó que se podía retirar, Bilbao se quedó de pie frente a él y lanzó la amenaza.
El juez Garzón, a petición del fiscal Pedro Rubira, también presente en la comparecencia, ha deducido testimonio a Bilbao por estos hechos, que podrán ser constitutivos de un delito de amenazas terroristas. Este episodio avala la teoría sobre la necesidad de que los terroristas cumplan íntegras sus penas.
Bilbao, al igual que sus compañeros de grupo terrorista -Unai Bilbao Solaeche, Pedro Cano Hernández, Gregorio Escudero Balerdi, Ekaitz Aramendi Urteaga y Eider Ijurco Ruiz- se negó a declarar en relación con su procesamiento como autor del asesinato de Priede el 21 de marzo de 2002.