(Libertad Digital) La economía catalana suponía en 2003 el 18,29 por ciento del PIB, mientras que en 1998 llegaba al 18,70 por ciento; en ese mismo periodo, la economía madrileña pasó del 17,16 por ciento a rozar el 17,5 por ciento, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicado por El Periódico de Cataluña.
El consejero de Economía del Gobierno catalán, Antoni Castells, no ha dudado en culpar al ex presidente del Gobierno, José María Aznar, de el retroceso económico que vive esta comunidad autónoma. A su juicio, existe un claro “factor político” en este retroceso motivado por el “modelo centralista” impulsado por el Gobierno del PP.
Castells ha reconocido que “antes, cuando la economía española iba bien, Cataluña iba mejor. Esto se ha cumplido durante 40 años, pero desde 1995 esto no sucede”. Aunque el consejero considera que “no hay que caer en el fatalismo”, reconoce que algo no ha funcionado. “Tal vez nos hemos quedado un poco dormidos en los últimos años”.
Madrid y Valencia crecen muy por encima de la media nacional
Desde 1995, Madrid y Valencia han acumulado un crecimiento de su economía del 30,5 por ciento, frente a la media española del 26,40 por ciento en el mismo periodo. El desarrollo en Cataluña ha sido todavía inferior, del 22,60 por ciento. Según Ángela Fernández, técnica de la consejería de Economía de Cataluña, hay que tener en cuenta que la industria catalana sufre más los efectos de la crisis económica europea por la dependencia que tiene de las exportaciones. En cambio, Madrid, cuenta con más poder económico y más estable por la presencia directa del sector público y de las sedes de las grandes empresas.
Sin embargo, la excusa del centralismo no es válida para explicar la tremenda distancia existente entre el crecimiento económico valenciano y el catalán.