L D (EFE) El ciclón abandonó Cuba arrastrando vientos máximos sostenidos de 170 kilómetros, frente a los vientos de 250 kilómetros que le acompañaron al entrar por Cienfuegos, en el centro de la isla.
"Dennis" empezó a azotar las costas cubanas en la madrugada del jueves, tocó tierra por primera vez en Cabo Cruz, en el extremo más suroriental del país, y provocó lluvias torrenciales, inundaciones y olas de hasta 8 metros de altura en el litoral de Santiago de Cuba y Granma, las provincias más afectadas. Volvió a tocar territorio cubano el viernes por la tarde por Cienfuegos, donde entró con categoría 4 en la escala Saffir-Simpson y provocó también graves daños materiales.
Tras atravesar la región central de Cuba se debilitó, "perdió estructura y lluvia, incluso perdió el ojo", dijo anoche el jefe del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba, José Rubiera. No obstante, Rubiera no descartó que pueda fortalecerse en las aguas del Golfo de México en su tránsito hacia las costas de Estados Unidos.
Cuba no olvidará fácilmente a "Dennis", que dejó al menos diez muertos en la isla –dos en Santiago de Cuba y ocho en Granma–, obligó a evacuar a millón y medio de personas y provocó daños materiales aún sin cuantificar. Desde 1993, cuando un fuerte ciclón causó 14 muertos y tres desaparecidos en la isla, los cubanos no recordaban una catástrofe natural tan grave.
El dictador cubano, Fidel Castro, que siguió puntualmente la evolución del ciclón y compareció en programas especiales de televisión, se refirió anoche a "Dennis" como un "huracán mercenario". Inundaciones, cortes de carreteras, derrumbes de viviendas, torres repetidoras de la señal de televisión, radares y postes eléctricos y redes telefónicas, son sólo algunas de las primeras secuelas del paso del huracán por la isla. Los deslizamientos de tierra y las crecidas de los ríos dejaron aisladas varias comunidades en Santiago y Granma, donde miles de viviendas han sufrido graves daños.
El viernes por la noche gran parte de la isla permaneció sin luz y decenas de miles de personas no dispusieron tampoco de agua corriente. Los vuelos nacionales e internacionales fueron suspendidos y unos 11.000 turistas, principalmente de los cayos y las áreas costeras, fueron evacuados a zonas seguras. En La Habana (2,3 millones de habitantes), "Dennis" dejó lluvias intensas y vientos huracanados y provocó inundaciones en el Malecón por la fuerza de las olas.
En las Playas del Este, próximas a Santa Cruz del Norte, la intensidad de los vientos fue aún mayor y la penetración del mar ocasionó numerosas inundaciones. Pese a las lluvias torrenciales que acompañaron a "Dennis" en parte de su recorrido, el huracán no ha logrado paliar la grave sequía que sufren algunas provincias de la isla, como Holguín y Las Tunas, donde los embalses no alcanzan aún el 40 por ciento de su capacidad.
El Instituto Meteorológico advirtió que, pese a la debilidad de "Dennis" a su salida de la isla, las bandas de agua y vientos que le acompañan pueden todavía constituir un riesgo en parte del país durante las próximas horas. "Dennis" mantiene rumbo oeste-noroeste en dirección a las costas de Estados Unidos tras dejar 19 muertos en el Caribe –9 en Haití y los diez contabilizados en Cuba, además de un desaparecido en Jamaica–. El avance del huracán, el primero de esta temporada ciclónica, ya se siente en los Cayos de Florida (sureste de EEUU), donde descargan fuertes lluvias, vientos y oleaje.
"Dennis" empezó a azotar las costas cubanas en la madrugada del jueves, tocó tierra por primera vez en Cabo Cruz, en el extremo más suroriental del país, y provocó lluvias torrenciales, inundaciones y olas de hasta 8 metros de altura en el litoral de Santiago de Cuba y Granma, las provincias más afectadas. Volvió a tocar territorio cubano el viernes por la tarde por Cienfuegos, donde entró con categoría 4 en la escala Saffir-Simpson y provocó también graves daños materiales.
Tras atravesar la región central de Cuba se debilitó, "perdió estructura y lluvia, incluso perdió el ojo", dijo anoche el jefe del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba, José Rubiera. No obstante, Rubiera no descartó que pueda fortalecerse en las aguas del Golfo de México en su tránsito hacia las costas de Estados Unidos.
Cuba no olvidará fácilmente a "Dennis", que dejó al menos diez muertos en la isla –dos en Santiago de Cuba y ocho en Granma–, obligó a evacuar a millón y medio de personas y provocó daños materiales aún sin cuantificar. Desde 1993, cuando un fuerte ciclón causó 14 muertos y tres desaparecidos en la isla, los cubanos no recordaban una catástrofe natural tan grave.
El dictador cubano, Fidel Castro, que siguió puntualmente la evolución del ciclón y compareció en programas especiales de televisión, se refirió anoche a "Dennis" como un "huracán mercenario". Inundaciones, cortes de carreteras, derrumbes de viviendas, torres repetidoras de la señal de televisión, radares y postes eléctricos y redes telefónicas, son sólo algunas de las primeras secuelas del paso del huracán por la isla. Los deslizamientos de tierra y las crecidas de los ríos dejaron aisladas varias comunidades en Santiago y Granma, donde miles de viviendas han sufrido graves daños.
El viernes por la noche gran parte de la isla permaneció sin luz y decenas de miles de personas no dispusieron tampoco de agua corriente. Los vuelos nacionales e internacionales fueron suspendidos y unos 11.000 turistas, principalmente de los cayos y las áreas costeras, fueron evacuados a zonas seguras. En La Habana (2,3 millones de habitantes), "Dennis" dejó lluvias intensas y vientos huracanados y provocó inundaciones en el Malecón por la fuerza de las olas.
En las Playas del Este, próximas a Santa Cruz del Norte, la intensidad de los vientos fue aún mayor y la penetración del mar ocasionó numerosas inundaciones. Pese a las lluvias torrenciales que acompañaron a "Dennis" en parte de su recorrido, el huracán no ha logrado paliar la grave sequía que sufren algunas provincias de la isla, como Holguín y Las Tunas, donde los embalses no alcanzan aún el 40 por ciento de su capacidad.
El Instituto Meteorológico advirtió que, pese a la debilidad de "Dennis" a su salida de la isla, las bandas de agua y vientos que le acompañan pueden todavía constituir un riesgo en parte del país durante las próximas horas. "Dennis" mantiene rumbo oeste-noroeste en dirección a las costas de Estados Unidos tras dejar 19 muertos en el Caribe –9 en Haití y los diez contabilizados en Cuba, además de un desaparecido en Jamaica–. El avance del huracán, el primero de esta temporada ciclónica, ya se siente en los Cayos de Florida (sureste de EEUU), donde descargan fuertes lluvias, vientos y oleaje.