LD (EFE) En declaraciones a la emisora de radio Europe 1, el primer ministro de Francia, Dominique de Villepin dijo que "nada justifica" su dimisión a pesar del escándalo conocido como "Clearstream". Enfático, denunció que se trata de una "campaña de calumnias y mentiras" y para que se aclare la verdad dijo que está dispuesto a declarar ante la justicia.
Villepin dijo que "nunca pedí que se investigara a ninguna personalidad política, de derecha o de izquierda". El jefe del Gobierno dijo que está dispuesto a responder a todas las preguntas que le puedan poner los jueces instructores del caso "Clearstream", la sociedad luxemburguesa a través de la cual se suponía que se habían pagado comisiones ilegales de contratos de armas a una lista de personalidades, entre las que estaba Sarkozy, y que se reveló un montaje.
Se declaró "indignado por la campaña de calumnias" contra él y descartó una remodelación de su Gobierno porque "no cree en la lógica del chivo expiatorio". Además, dijo que tampoco habrá un adelanto electoral.
El general de los servicios secretos Philippe Rondot desmintió que Villepin le encargara investigar sobre la lista de políticos aparecida en el caso "Clearstream", y precisó que su trabajo se limitó a realizar pesquisas sobre miembros de los propios servicios secretos. Negó las revelaciones hechas la semana pasada por la prensa, según la cual en enero de 2004 el actual primer ministro -entonces titular de Exteriores- le encargó que profundizara en la cuestión de si Sarkozy y otros políticos habían recibido comisiones ilegales.