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ATLETISMO - GOTEMBURGO 2006

Lebedeva muestra su grandeza en triple salto y Obikwelu sigue buscando el doblete en velocidad

La rusa Tatyana Lebedeva mostró en el estadio Ullevi toda su grandeza, la que le tiene situada en el olimpo atlético mundial, al llevarse el triple salto de los Europeos de Gotemburgo con un último intento primoroso, mientras que el portugués Francis Obikwelu está ya a tan solo dos carreras de emular al mítico italiano Pietro Mennea.

L D (EFE) A Lebedeva, multimedallista olímpica y mundial en triple salto y longitud, le faltaba la corona continental. Ganadora del millón de dólares de la Liga de Oro en 2005, la rusa supo sufrir y ganar como las más grandes. La griega Hrisopiyi Devetzi, una atleta que comenzó practicando la gimnasia artística y el voleibol y subcampeona olímpica en Atenas'04, dominaba la prueba desde el primer salto con una magnífica marca de 15,05.

Tan solo quedaban por saltar Lebedeva y la propia Devetzi y esta parecía saborear el oro, pero la rusa se concentró y con tres vuelos espectaculares se marchó hasta los 15,05 metros para proclamarse campeona de Europa. Devetzi no pudo mejorar dicha prestación y se tuvo que conformar con la plata, con tres centímetros más que otra rusa, Anna Pyatykh, que completó el podio.

Obikwelu, nigeriano de nacimiento, portugués de nacionalidad y residente en Madrid, llegó a Gotemburgo con una clara misión, lograr el doblete 100-200 y emular a Mennea, último que lo logró en 1978. Quince horas después de ganar en el hectómetro, el portugués, que había cenado tranquilamente con su entrenadora en un restaurante italiano cercano al hotel, pasó la primera criba con calma y por la tarde la segunda con el mejor tiempo de todos los participantes con 20.58 por delante de su teóricamente gran rival, el británico Marlon Devonish. A Obikwelu le quedan tan solo las dos carreras de 200 de mañana, la semifinal y la final, que cierra la cuarta jornada de los Europeos, para alcanzar el logro soñado.

Mientras tanto, la belga Kim Gevaert confirmó los pronósticos y se llevó los 100 metros femeninos con una gran claridad, tras imponerse en una final hasta algo sosa con 11.06, por delante del dúo ruso Yekaterina Grigoryeva e Irina Khabarova, quienes marcaron el mismo tiempo de 11.22. La jamaicana nacionalizada eslovena Merlene Ottey, la 'abuela' de la competición en sus primeros Europeos de su dilatada y exitosa carrera, no pudo superar a sus 46 años las semifinales, pero estuvo cerca de hacerlo. Otro ilustre veterano, Jan Zelezny, sí que tuvo una despedida con metal a sus cuarenta años en la final de jabalina, en la que se llevó el bronce tras lanzar a las primeras de cambio hasta los 85,92 metros.

El checo lo ha sido todo y su hueco parece que por ahora lo toman los nórdicos. Ganó la prueba el noruego Andreas Thorkildsen con una magnífica marca de 88,78 metros y la plata recayó en el finlandés Tero Pitkamaki, con 86,44. El ruso Andrey Silnov, no contento con ganar de manera inesperada en la Superliga europea disputada en Málaga, acrecentó la sorpresa al llevarse el salto de altura con 2,36, nuevo récord de los campeonatos. La afición local, que disfrutó de lo lindo con su ídolo, Stefan Holm, y con su delfín, Linus Thornblad, se tuvo que conformar con ver al primero en el tercer peldaño del podio y al segundo en la cuarta plaza con 2,34, la misma altura que superó el checo Tomas Janku, plata.

Francia estrenó su capítulo de oros en una buena tarde para los 'bleus'. Mehdi Baala reeditó el título de los 1.500 con una exhibición a la que no pudieron responder el ucraniano Ivan Heshko, campeón mundial en pista cubierta, ni el español Juan Carlos Higuero (segundo y tercero por ese orden); y Marc Raquil se llevó los 400 metros tras un fantástico final con el que superó al ruso Vladislav Frolov, que parecía tener el triunfo veinte metros antes.

La bielorrusa Rita Turava se mostró, como era de esperar, intratable en los 20 kilómetros marcha, prueba que dominó desde antes de salir del estadio a la calle, y la rusa Yevgeniya Isakova le 'robó la cartera' a la campeona olímpica, la griega Fani Halkia, para vencer en los 400 vallas con otro vibrante final. La rusa Yelena Isinbayeva compareció en el Ullevi por la mañana para cumplir con la calificación de pértiga. La plusmarquista mundial, lógicamente, pasó, pero cometió un inesperado nulo sobre 4,40 y dejó entrever algún mínimo gesto de intranquilidad. No obstante, solventó la situación de inmediato en el segundo intento.

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