L D (EFE) El número de víctimas en las escasas catástrofes aéreas desde 2001 había sido muy inferior. Veintiuna personas murieron en enero del 2003 en un avión de Air Midwest que se estrelló poco después del despegue en el aeropuerto Charlotte/Douglas (Carolina del Norte). En diciembre del año pasado, un hidroavión operado por Ocean Airways se estrelló en Miami Beach y ocasionó la muerte a los 18 ocupantes del aparato.
Pese a que los accidentes son escasos, las aerolíneas viven en un estado de alerta permanente ante la omnipresente amenaza terrorista.
Pese a que los accidentes son escasos, las aerolíneas viven en un estado de alerta permanente ante la omnipresente amenaza terrorista.
El complot para atentar contra aerolíneas estadounidenses que desarticuló la policía británica en fase avanzada en Londres el pasado julio es una de las pruebas más palpables de los riesgos que enfrenta el sector.
La operación se tradujo en medidas extraordinarias de seguridad y ha llevado a las autoridades aéreas a desviar varios vuelos desde entonces ante sospechas no materializadas. Este viernes, sin ir más lejos, las autoridades federales de EEUU desviaron varios vuelos y aumentaron las medidas de seguridad en varios aeropuertos debido a siete incidentes separados.
La operación se tradujo en medidas extraordinarias de seguridad y ha llevado a las autoridades aéreas a desviar varios vuelos desde entonces ante sospechas no materializadas. Este viernes, sin ir más lejos, las autoridades federales de EEUU desviaron varios vuelos y aumentaron las medidas de seguridad en varios aeropuertos debido a siete incidentes separados.