L D (Agencias) Antes del minuto 4, el Tau Cerámica ya vencía por 10-2, tras los puntos de hombres como House, Tiago Splitter, Luis Scola -marcado de salida por Roberto Gabini que, inicialmente, jugó de 'cuatro'- y Serkan Erdogan (éste con cinco puntos en su haber), lo que forzó el primer tiempo muerto del técnico visitante Jasmin Repesa, aunque sin resultados positivos. El equipo baskonista comenzó ya a abrir brecha en el m. 6 (17-4), coincidiendo con la mala puesta en escena de los visitantes y con un nuevo triple de Erdogán, precedido muy poco antes por los puntos de Scola (una canasta y dos tiros libres convertidos por el argentino).
Reaccionó el equipo romano con dos triples a cargo de Mire Chatman y Luca Garri (17-10), pero los locales pronto pusieron tierra de por medio para llegar al final del cuarto inicial con un triple de Ender Arslan, seguido de otro, casi sobre la bocina, del interior de la Lottomatica Roma, Garri (26-13). El tiro de tres puntos fue clave para el Tau Cerámica en el segundo cuarto, con lanzamientos muy certeros a cargo de Erdogan (uno), Teletovic (uno) y Arslan (dos), hasta colocar un marcador ya muy abultado, con veinte puntos arriba (38-18, m. 14). También Alex Righetti estuvo pletórico desde fuera del perímetro para el cuadro transalpino, con tres triples de tres intentos, lo que hizo que se recortara ligeramente la diferencia en el electrónico (48-32) al alcanzarse el descanso.
Las defensas de ambos equipos bajaron bastante en el segundo cuarto, sobre todo a la hora de hacer los balances defensivos, lo que permitió lanzamientos fáciles desde fuera de la línea de 6,25 metros. El equipo italiano, sin Dejan Bodiroga sobre la pista de salida, quizás debido a algunos problemas físicos, se vino abajo al comienzo del tercer cuarto (59-34, m. 23), con un Tau en vena, tanto adelante (ataque) como atrás, al estar más centrado en la defensa. Subió la renta del combinado baskonista hasta los treinta puntos (68-38), siguiendo la misma tónica de aciertos en los lanzamientos triples (10 de 15, al paso por el m. 28). Tiago Splitter anotó otra buena canasta tras capturar un rebote en ataque y cerró el tercer cuarto con 76-40 en el marcador y, de esta manera, el último cuarto se convirtió ya en un mero trámite. El parcial de 28-8 para el Tau, en el penúltimo cuarto, fue decisivo y ahorra cualquier tipo de comentario.
Reapareció el esperado Zoran Planinic en el m. 33, en medio de una atronadora ovación del público, a falta de otro tipo de alicientes, dada la increíble falta de oposición por parte de los componentes de la Lottomatica Roma. Los cuarenta puntos de ventaja para los locales subieron al electrónico en el minuto 38 (91-51), con lo que ya no hubo partido de aquí al final, entrando entonces en el Tau los 'jornaleros' Jesús Cilla y Ariel Eslava para jugar los minutos de la 'basura'. Al final fueron 43 puntos de diferencia para el Tau Cerámica: 99-56. Otro dato elocuente: la valoración final de ambos equipos fue realmente aplastante, con 135 para el Tau; por sólo 22 para todos los jugadores del equipo romano.
Al Unicaja no le bastó la reacción de Berni
El Unicaja hizo un buen baloncesto de forma intermitente en Moscú ante el Dinamo y su inicio dubitativo le hizo ir cuesta arriba todo el choque para no poder llegar con fuerzas a los minutos finales. Los de Sergio Scariolo comenzaron con serias dificultades para hacer llegar el balón al poste bajo, donde los moscovitas cerraron muy bien cualquier penetración malagueña. Esto obligó a que el equipo español lanzara desde larga sin distancia sin mucho acierto. El buen hacer de Papadopoulos, que logró 11 puntos en los dos primeros cuartos, maniató al Unicaja, que trató de imprimir velocidad a sus ataques a través de Pepe Sánchez. El base argentino estancó el ataque español en lugar de dinamitarlo como es de costumbre.
Además, el bajo porcentaje desde la línea de tiros libres, perjudicó en demasía al equipo malagueño, que hacía buenas las faltas locales. El Dinamo, con mucho carácter, durmió las pocas iniciativas de los españoles y se marchó al descanso con una ventaja considerable (46-30). Comenzó el tercer cuarto y Carlos Jiménez no volvió a jugar con los suyos por una sobrecarga. Unicaja sintió la impotencia de correr y no encontrar la tecla que le llevara al éxito, o al menos, a la fórmula que maquillara la abultada ventaja de los rusos.