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Aznar dice que sólo el PP garantiza la estabilidad; Zapatero mete en campaña a los "teleñecos"

Aznar ha hecho doblete, inmerso ya en la campaña electoral tras su viaje a EEUU. El mensaje, en Almería y Valencia, el mismo: el PP es el único partido que puede garantizar la estabilidad de España frente a las aventuras de la coalición Llamazares-Zapatero. En Murcia, el líder del PSOE ha recurrido a los "teleñecos" para explicar las diferencias entre derecha e izquierda: unos llevan corbata, los otros no.

L D (EFE) El ataque de Aznar al PSOE ha sido directo, también a la inversa. Mientras que los socialistas se han apoyado en un vídeo de dibujos animados, Aznar ha centrado su ofensiva en el lema de la campaña del PSOE. “Otra forma de ser y de gobernar”, como propugnan los socialistas, consiste, a juicio del presidente del Gobierno, en practicar políticas que no son “honradas” y en crear desempleo. Con este argumento, Aznar ha instado a sus compañeros de partido a pedir el voto de los españoles para las próximas elecciones haciendo campaña “con la cabeza bien alta y las manos limpias”.

Aznar reiteró que “la otra forma de gobernar” debe consistir en “la honradez”, y no en lo que “ya” se conoce del Partido Socialista, en clara alusión a la corrupción de antiguos gobiernos del PSOE. “Y es verdad que hay otra forma de gobernar: en vez de crear 1.000 empleos, crear 3.000 parados todos los días. No se puede jugar con las cosas serias en nuestro país”.

También recordó las medidas económicas que su gabinete ha tomado en las dos legislaturas, y sentenció que la “coalición Zapatero-Llamazares insulta mucho” pero tiene poca cabeza para hacer cosas similares.

La campaña electoral ha llevado al presidente a Almería, donde ha estado apoyado por cerca de 7.000 personas. Por la tarde, en el estadio valencianista de Mestalla, con media entrada (unos 30 mil simpatizantes) ha sido el escenario escogido para cerrar este segundo día de carrera electoral hacia el 25-M. Aznar dio la vuelta al estadio antes de iniciar su mitin para saludar a los militantes y simpatizantes del PP valenciano, a pesar de no haber conseguido colgar el "no hay entradas". No se repitió el hito de 1996, cuando un 29 de febrero, 55.000 personas abarrotaron las gradas y el cesped del estadio, y 10.000 se vieron obligadas a quedarse fuera del recinto futbolístico por exceso de aforo. Las dimensiones de aquel acto provocaron algunas críticas internas en el seno del PP, dado que ciertos sectores de la organización consideraron que aquella demostración de fuerza provocó la movilización de los socialistas, que se quedaron entonces a pocos votos del PP.


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