L D (Agencias) El conjunto de Svetislav Pesic se coloca con 1-0 en esta final entre los dos mejores equipos de la fase regular y aspira a conseguir la segunda victoria el próximo sábado (19,30 horas), también en el Palau Blaugrana. Por su parte, los pupilos de Paco Olmos, que han ofrecido una grandísima imagen, se ven obligados a vencer el segundo envite si quieren mantener las opciones a conquistar su primera Liga. El partido comenzó con muchos nervios, especialmente por el bando local, que después de adelantarse en el marcador con un 4-0, veía como los levantinos les endosaban un parcial de 0-8 que evidenciaba el objetivo del Pamesa de hacerse con el triunfo en, por lo menos, uno de los dos partidos que se disputarán en el feudo catalán.
Pesic, que ya había introducido la variante de la entrada de Nacho Rodríguez en el quinteto titular, decidía dar entrada pronto al pívot alemán Patrick Femerling, que junto a Roberto Dueñas garantizaba centrímetros y kilos cerca de los aros. Esta decisión no tenía los efectos deseados y el Pamesa, letal en los contragolpes conducidos por Nacho Rodilla, aumentaba todavía más su ventaja: 6-14. Sin embargo, la entrada posterior de Juan Carlos Navarro y Saras Jasikevicius sí significaron un revulsivo para los barcelonistas, que de inmediato estrechaban la distancia (13-14) tras un espectacular lanzamiento lateral de la Bomba . Sólo era cuestión de tiempo que el Barça se colocara por delante y ese momento llegó con un triple, el segundo, del base lituano.
No obstante, una canasta in extremis de Fabricio Oberto dejaba el marcador en empate a 16. En el comienzo del segundo período, la inspiración de Jasikevicius era una pesadilla para la defensa visitante, incapaz de parar los lanzamientos lejanos del báltico. Todo ello hacía que el Barcelona tomara nuevamente el mando del choque (23-18, min. 13), aunque el Pamesa gracias a las segundas opciones y a la efectividad de su contragolpe también presentaba sus opciones al triunfo final. El cuadro azulgrana notaba en exceso la poca aportación ofensiva de Gregor Fucka y Dejan Bodiroga, éste marcado en sus clásicos aclarados por dos defendores. Esto provocaba que la igualdad fuera la tónica dominante (28-26, min. 17) en unos minutos con más errores que aciertos. Al descanso, 32-37.
En la reanudación, Pesic decidía dar entrada de inicio de Femerling con la misión de secar a Oberto. Precisamente, un dos más del teutón y dos tiros libres de Bodiroga situaban las tablas una vez más (37-37, min. 22), pese a que el dúo Tomasevic-Oberto continuaba causando estragos en la defensa local. A pesar de ello, el partido tenía ahora otra cara y el público del Palau podía tener un papel determinante en los minutos decisivos. De la misma forma, los pupilos de Olmos parecían comenzar a mostrar los primeros síntomas de cansancio, sobre todo los jugadores interiores, que únicamente tenían el recambio de Bernard Hopkins. El Pamesa, más castigado de faltas personales, pronto llegaba al bonus y gracias a esa circunstancia el Barça conseguía puntos sencillos desde la línea de tiros libres: 48-44.
Los valencianos parecían descentrados, con pésimos porcentajes en los lanzamientos de campo y con constantes protestas al trío arbitral. Sin embargo, se mantenía dentro del partido (50-47, min. 28) en parte al también pobre acierto de los jugadores de Pesic, que no acababan de ofrecer su mejor nivel. A falta de diez minutos para la conclusión y tras un triple de Rodilla, 53-52. En los primeros compases del último cuarto, sendas canastas de Rodilla y del griego Liadellis daban la vuelta al electrónico en un encuentro sin dueño (55-57) y en el que Bodiroga todavía no había efectuado ninguna de sus habituales exhibiciones. Asimismo, un nuevo triple del director de juego levantino dejaba el marcador en un 55-62 que ponía la situación extremadamente complicada para los de Pesic poco más de cinco minutos.
Sin embargo, dos acciones consecutivas de las estrellas del Barça -triple de Navarro y dos más uno de Saras- equilibraba nuevamente este disputado choque (61-62). Pese a que el Pamesa volvía a abrir hueco después de una técnica a Jasikevicius (61-67), el partido estaba en manos de las estrellas barcelonistas y especialmente debido a que Bodiroga estaba en su momento. Pero Bodiroga también es humano y falló en sus lanzamientos, aquéllos que nunca yerra. No obstante, este Barcelona campeón tiene otras muchas estrellas y dos de ellas, Navarro y Jasikevicius, clavaron dos espectaculares triples -el del canterano con falta incluida- colocaban el 74-72. En la posterior acción, un palmeo de José Antonio Paraíso empataba nuevamente con 12 segundos todavía por disputar, suficiente para que Saras , sin duda el mejor del partido, sentenciara (76-74) con un tiro sobre la bombilla.
Pesic, que ya había introducido la variante de la entrada de Nacho Rodríguez en el quinteto titular, decidía dar entrada pronto al pívot alemán Patrick Femerling, que junto a Roberto Dueñas garantizaba centrímetros y kilos cerca de los aros. Esta decisión no tenía los efectos deseados y el Pamesa, letal en los contragolpes conducidos por Nacho Rodilla, aumentaba todavía más su ventaja: 6-14. Sin embargo, la entrada posterior de Juan Carlos Navarro y Saras Jasikevicius sí significaron un revulsivo para los barcelonistas, que de inmediato estrechaban la distancia (13-14) tras un espectacular lanzamiento lateral de la Bomba . Sólo era cuestión de tiempo que el Barça se colocara por delante y ese momento llegó con un triple, el segundo, del base lituano.
No obstante, una canasta in extremis de Fabricio Oberto dejaba el marcador en empate a 16. En el comienzo del segundo período, la inspiración de Jasikevicius era una pesadilla para la defensa visitante, incapaz de parar los lanzamientos lejanos del báltico. Todo ello hacía que el Barcelona tomara nuevamente el mando del choque (23-18, min. 13), aunque el Pamesa gracias a las segundas opciones y a la efectividad de su contragolpe también presentaba sus opciones al triunfo final. El cuadro azulgrana notaba en exceso la poca aportación ofensiva de Gregor Fucka y Dejan Bodiroga, éste marcado en sus clásicos aclarados por dos defendores. Esto provocaba que la igualdad fuera la tónica dominante (28-26, min. 17) en unos minutos con más errores que aciertos. Al descanso, 32-37.
En la reanudación, Pesic decidía dar entrada de inicio de Femerling con la misión de secar a Oberto. Precisamente, un dos más del teutón y dos tiros libres de Bodiroga situaban las tablas una vez más (37-37, min. 22), pese a que el dúo Tomasevic-Oberto continuaba causando estragos en la defensa local. A pesar de ello, el partido tenía ahora otra cara y el público del Palau podía tener un papel determinante en los minutos decisivos. De la misma forma, los pupilos de Olmos parecían comenzar a mostrar los primeros síntomas de cansancio, sobre todo los jugadores interiores, que únicamente tenían el recambio de Bernard Hopkins. El Pamesa, más castigado de faltas personales, pronto llegaba al bonus y gracias a esa circunstancia el Barça conseguía puntos sencillos desde la línea de tiros libres: 48-44.
Los valencianos parecían descentrados, con pésimos porcentajes en los lanzamientos de campo y con constantes protestas al trío arbitral. Sin embargo, se mantenía dentro del partido (50-47, min. 28) en parte al también pobre acierto de los jugadores de Pesic, que no acababan de ofrecer su mejor nivel. A falta de diez minutos para la conclusión y tras un triple de Rodilla, 53-52. En los primeros compases del último cuarto, sendas canastas de Rodilla y del griego Liadellis daban la vuelta al electrónico en un encuentro sin dueño (55-57) y en el que Bodiroga todavía no había efectuado ninguna de sus habituales exhibiciones. Asimismo, un nuevo triple del director de juego levantino dejaba el marcador en un 55-62 que ponía la situación extremadamente complicada para los de Pesic poco más de cinco minutos.
Sin embargo, dos acciones consecutivas de las estrellas del Barça -triple de Navarro y dos más uno de Saras- equilibraba nuevamente este disputado choque (61-62). Pese a que el Pamesa volvía a abrir hueco después de una técnica a Jasikevicius (61-67), el partido estaba en manos de las estrellas barcelonistas y especialmente debido a que Bodiroga estaba en su momento. Pero Bodiroga también es humano y falló en sus lanzamientos, aquéllos que nunca yerra. No obstante, este Barcelona campeón tiene otras muchas estrellas y dos de ellas, Navarro y Jasikevicius, clavaron dos espectaculares triples -el del canterano con falta incluida- colocaban el 74-72. En la posterior acción, un palmeo de José Antonio Paraíso empataba nuevamente con 12 segundos todavía por disputar, suficiente para que Saras , sin duda el mejor del partido, sentenciara (76-74) con un tiro sobre la bombilla.