L D (EFE) Ha conseguido Pablete la victoria en el circuito portugués de Estoril y por paradojas de la vida, tras luchar hasta el último metro con su propio compañero de escudería, el valenciano Héctor Barberá, al que incluso le cedió antes de la carrera uno de sus neumáticos, que guardaba de anteriores grandes premios y que se había mostrado como el compuesto más acertado para disputar la tercera carrera de la península ibérica. Bien es cierto que... "al césar lo que es del césar", después de perder por escasamente 22 milésimas de segundo la prueba de 125 c.c., lo primero que hizo Barberá fue agradecer al hijo del mítico Ángel Nieto el gesto del neumático, pues sin él reconoció que no habría podido rodar al ritmo que lo hizo. Tanto uno como el otro, con sus gestos, demostraron que son unos auténticos deportistas y si ambos merecieron la victoria, esta vez el deporte hizo justicia con Pablo Nieto, que en no pocas ocasiones este año ha estado en puertas de lograr el triunfo y por una u otra razón se le negó.
La carrera que realizaron Pablo Nieto y Héctor Barberá fue brillante, como pocas en la presente temporada, pero al final el de Madrid hizo gala del apellido que luce con orgullo y ganó como el gran estratega que fue su padre, Angel Nieto, al aprovechar a la perfección el rebufo de su rival para pasarlo en el único sitio que sabía que podía hacerlo. Le salió bien y la mejor recompensa no fue otra que la victoria, que además le aupa a la quinta plaza de la clasificación provisional del mundial, en la que Daniel Pedrosa y su Movistar Honda consolidan la posición al concluir cuarto sin asumir riesgos y aprovecharse de la caída y posterior abandono de Stefano Perugini (Aprilia), que intentó pero no pudo poner en marcha su moto tras irse por los suelos en la decimocuarta vuelta. Quien menos disfrutó con la victoria de Pablo Nieto fue el mallorquín Jorge Lorenzo, quien protagonizó una de sus mejores carreras del año con la Cajamadrid Derbi y su sexto lugar quedó completamente eclipsado por el triunfo del madrileño.
Ni la caída, los vómitos y mareos pudieron con la convicción de Toni Elías (Movistar Aprilia). Desde los primeros minutos de carrera quedó claro que los tiempos de Elías en entrenamientos no habían sido fruto de la casualidad y tras dejar hacer a sus rivales un rato y ver su comportamiento pasó a la acción. Su comportamiento y decisión fue tan contundente que no encontró respuesta en sus rivales. Todos sucumbieron a su convicción y de esa forma el piloto de Movistar Aprilia se ganó la tercera victoria de la temporada, que le coloca segundo en el campeonato a catorce puntos del líder, Manuel Poggiali, que por suerte para él acabó segundo gracias a la carambola del argentino Sebastián Porto (Movistar Honda), que se fue por los suelos y casi se llevó en su frenética frenada al italiano Roberto Rolfo (Honda), que marchaba en busca de Poggiali.
En esta ocasión quedó claro casi desde los primeros instantes que Sete Gibernau (Movistar Honda RC 211 V) no sería capaz de luchar por la victoria, que disputaron los italianos Max Biaggi y Valentino Rossi, ambos con Honda RC 211 V, pero eso fue hasta que Rossi quiso marcar la diferencia. Entonces, se acabó la carrera de MotoGP. El campeón italiano se marchó en busca de la victoria y también a consolidar su liderato en la tabla del mundial.
La carrera que realizaron Pablo Nieto y Héctor Barberá fue brillante, como pocas en la presente temporada, pero al final el de Madrid hizo gala del apellido que luce con orgullo y ganó como el gran estratega que fue su padre, Angel Nieto, al aprovechar a la perfección el rebufo de su rival para pasarlo en el único sitio que sabía que podía hacerlo. Le salió bien y la mejor recompensa no fue otra que la victoria, que además le aupa a la quinta plaza de la clasificación provisional del mundial, en la que Daniel Pedrosa y su Movistar Honda consolidan la posición al concluir cuarto sin asumir riesgos y aprovecharse de la caída y posterior abandono de Stefano Perugini (Aprilia), que intentó pero no pudo poner en marcha su moto tras irse por los suelos en la decimocuarta vuelta. Quien menos disfrutó con la victoria de Pablo Nieto fue el mallorquín Jorge Lorenzo, quien protagonizó una de sus mejores carreras del año con la Cajamadrid Derbi y su sexto lugar quedó completamente eclipsado por el triunfo del madrileño.
Ni la caída, los vómitos y mareos pudieron con la convicción de Toni Elías (Movistar Aprilia). Desde los primeros minutos de carrera quedó claro que los tiempos de Elías en entrenamientos no habían sido fruto de la casualidad y tras dejar hacer a sus rivales un rato y ver su comportamiento pasó a la acción. Su comportamiento y decisión fue tan contundente que no encontró respuesta en sus rivales. Todos sucumbieron a su convicción y de esa forma el piloto de Movistar Aprilia se ganó la tercera victoria de la temporada, que le coloca segundo en el campeonato a catorce puntos del líder, Manuel Poggiali, que por suerte para él acabó segundo gracias a la carambola del argentino Sebastián Porto (Movistar Honda), que se fue por los suelos y casi se llevó en su frenética frenada al italiano Roberto Rolfo (Honda), que marchaba en busca de Poggiali.
En esta ocasión quedó claro casi desde los primeros instantes que Sete Gibernau (Movistar Honda RC 211 V) no sería capaz de luchar por la victoria, que disputaron los italianos Max Biaggi y Valentino Rossi, ambos con Honda RC 211 V, pero eso fue hasta que Rossi quiso marcar la diferencia. Entonces, se acabó la carrera de MotoGP. El campeón italiano se marchó en busca de la victoria y también a consolidar su liderato en la tabla del mundial.