L D (EFE) "No se les ha aprovisionado de todo el equipo previsto pero están capacitadas para realizar las operaciones de control táctico", dijo en rueda prensa al ser preguntado sobre la situación de los soldados centroamericanos destacados en esa ciudad, una de las más delicadas de Irak y en la que operan bajo mando del Ejército español. El oficial estadounidense atribuyó "el retraso" a problemas de distribución y expresó su confianza en que las fuerzas hondureñas y salvadoreñas reciban en breve plazo el material al que ya debían haber tenido acceso según acuerdos bilaterales entre sus respectivos Gobiernos y el de Washington.
Esa falta de aprovisionamiento -principalmente vehículos, equipos de comunicaciones y visores nocturnos-, fue el motivo de que los 350 militares de Honduras y los 350 de El Salvador que se encuentran en Nayaf no asumieran el control efectivo de la ciudad el pasado día 3 de septiembre, según el calendario previsto. La situación fue denunciada por el general español Ricardo Cardona, jefe de la Brigada Plus Ultra, en la que se integran los contingentes hondureño y salvadoreño y encargada de la seguridad en las provincias de Diwaniya y Nayaf. Cardona advirtió que no asumiría el mando militar de la ciudad en tanto los soldados centroamericanos no sean dotados del equipo que necesitan para realizar su trabajo.
La localidad -considerada santa por los chiíes al albergar la tumba del imán Ali, fundador de esa rama del Islam y nieto del profeta Mahoma-, fue escenario del atentado con coche bomba que el pasado 29 de agosto costó la vida al máximo líder chií, el ayatolá Mohamed Baqr Al Hakim, y a otras 82 personas, en el ataque más sangriento de la posguerra iraquí. Al menos otras dos autoridades religiosas de Nayaf, los ayatolás Mohamed Said Al Hakim y Bechar Al Nayafi, han sido también blanco de atentados de los que salieron ilesos pero que han extendido la inseguridad en la ciudad.
Las fuerzas de EEEUU han puesto de plazo hasta el próximo sábado para que las milicias se desarmen y han advertido que si para entonces no lo han hecho procederán a requisar sus armas y a detener a sus miembros, lo que podría provocar una espiral de tensión de consecuencias imprevisibles en la zona.
Esa falta de aprovisionamiento -principalmente vehículos, equipos de comunicaciones y visores nocturnos-, fue el motivo de que los 350 militares de Honduras y los 350 de El Salvador que se encuentran en Nayaf no asumieran el control efectivo de la ciudad el pasado día 3 de septiembre, según el calendario previsto. La situación fue denunciada por el general español Ricardo Cardona, jefe de la Brigada Plus Ultra, en la que se integran los contingentes hondureño y salvadoreño y encargada de la seguridad en las provincias de Diwaniya y Nayaf. Cardona advirtió que no asumiría el mando militar de la ciudad en tanto los soldados centroamericanos no sean dotados del equipo que necesitan para realizar su trabajo.
La localidad -considerada santa por los chiíes al albergar la tumba del imán Ali, fundador de esa rama del Islam y nieto del profeta Mahoma-, fue escenario del atentado con coche bomba que el pasado 29 de agosto costó la vida al máximo líder chií, el ayatolá Mohamed Baqr Al Hakim, y a otras 82 personas, en el ataque más sangriento de la posguerra iraquí. Al menos otras dos autoridades religiosas de Nayaf, los ayatolás Mohamed Said Al Hakim y Bechar Al Nayafi, han sido también blanco de atentados de los que salieron ilesos pero que han extendido la inseguridad en la ciudad.
Las fuerzas de EEEUU han puesto de plazo hasta el próximo sábado para que las milicias se desarmen y han advertido que si para entonces no lo han hecho procederán a requisar sus armas y a detener a sus miembros, lo que podría provocar una espiral de tensión de consecuencias imprevisibles en la zona.